El acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense le permite evitar su encarcelamiento en Estados Unidos y regresar a Australia. El avión que transporta a Assange, tras una escala técnica en Bangkok, se dirige al territorio estadounidense de las Islas Marianas del Norte, en el Pacífico. Una vez allí, Assange se enfrentará a un juez para alcanzar un acuerdo.
El periodista de 52 años ha aceptado declararse culpable únicamente del delito de conspiración para obtener y difundir información sobre la defensa nacional de Estados Unidos. El cargo que se le imputa a Assange es el de haber publicado unos 700.000 documentos clasificados relativos a actividades militares y diplomáticas estadounidenses desde 2010. Se trata de una de las mayores filtraciones de material clasificado estadounidense de la historia. Cabe esperar que los fiscales del Departamento de Justicia soliciten una condena de 62 meses, que equivale a los cinco años que Assange pasó en una prisión de máxima seguridad en Londres tratando de evitar la extradición a Estados Unidos en el transcurso de una larga batalla legal. El tiempo pasado en prisión se reconoce como equivalente a la condena.
Originalmente se presentaron 18 cargos contra el fundador de Wikileaks. La acusación se remonta a 2019 por su presunto papel en la difusión de documentos secretos, delitos que habrían supuesto un máximo de 175 años de cárcel. Los documentos publicados son confidenciales facilitados por la exanalista de inteligencia del ejército Chelsea Manning en 2010 y 2011. Según la fiscalía, la publicación de los mismos supuestamente puso en peligro fuentes confidenciales, actividades relacionadas con la guerra de Irak e información sobre los detenidos de Guantánamo. Según funcionarios estadounidenses, Assange presionó a Manning para obtener miles de páginas de despachos diplomáticos. Estos documentos revelan presuntos crímenes de guerra por parte de Estados Unidos.
Durante años, Assange luchó contra la extradición a Estados Unidos desde Londres y el mes pasado un tribunal británico dictaminó que aún tenía derecho a apelar para evitar ser juzgado en Estados Unidos por sus presuntos crímenes. Debido a su situación, vivió durante años en la embajada de Ecuador en Londres. No obstante, entre el 11 de abril de 2019 y el 24 de junio de 2024 estuvo encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, primero por incumplir la libertad bajo fianza tras las polémicas acusaciones de violación en Suecia y más adelante por una petición de extradición presentada por Estados Unidos, acusándolo de conspiración.
"Este es el resultado de una campaña mundial en la que han participado organizadores de base, activistas en favor de la libertad de prensa, legisladores y dirigentes de todo el espectro político, hasta llegar a las Naciones Unidas. Esto creó un espacio para un largo periodo de negociaciones con el Departamento de Justicia de EE.UU., que condujo a un acuerdo que aún no se ha cerrado formalmente", concluyó el comunicado.
