Greinso Jesús Pineda Valero, de 19 años, fue desmembrado y sus restos aparecieron dentro de fundas en la calle Yanacona, sector San Enrique de Velasco, norte de Quito. El hallazgo se hizo en un punto relativamente cercano a la residencia de la fiscal general del Estado, Diana Salazar.
Tras la localización del torso y la cabeza de este joven, la Fiscalía emitió un comunicado afirmando que esta acción criminal se hizo con el fin de amedrentar a Salazar. Fue así que las labores periciales se intensificaron para dar con el paradero de los implicados.
Los datos recabados durante cuatro meses permitieron a los integrantes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased) localizar el inmueble donde ocurrieron los hechos. Este se ubica en Cotocollado, también en el norte de la ciudad, donde residía Greinso Jesús Pineda Valero.
Según las investigaciones, un día antes del hallazgo, el venezolano, la implicada y otro sujeto tuvieron una riña en la casa rentera donde residían. Eso condujo a su muerte y posterior desmembramiento, mostraron las evidencias, entre las cuales estuvieron las pruebas de luminol en la vivienda donde ocurrió el crimen.
La Policía detalló que las pistas permitieron conocer que la sospechosa se escondía en un Machala, El Oro. Hasta allá avanzó un equipo y luego de días de búsqueda encontraron a la indagada, cuyo nombre es María Rodríguez, de 27 años.
La sospechosa fue traída nuevamente a Quito, ya que en la capital se lleva a cabo el proceso judicial. Deberá permanecer en prisión preventiva debido a que las autoridades emitieron una orden de captura luego de ligarla al suceso.
Como parte de las evidencias se encontraron dos teléfonos celulares en poder de Rodríguez, quien fue llevada hasta la Unidad de Flagrancia de la capital. Los aparatos serían clave para dar con el paradero del segundo implicado.
Tras el asesinato y posterior reconocimiento de los restos, Greinso Jesús Pineda Valero fue entregado a su madre. Según la información difundida en sus redes sociales, este joven era peluquero.
Por el momento, las autoridades no han confirmado si en realidad este atroz descuartizamiento se lo ejecutó para amenazar a la fiscal Diana Salazar. Se espera que las investigaciones aclaren los verdaderos motivos para cometer el asesinato.
