De acuerdo con medios argentinos, el crimen se remonta a junio, cuando Luis Zapata apuñaló dos veces en el pecho a su mujer motivado por sospechas de que le había sido infiel. Luego, y con el propósito de ocultar toda prueba en su contra, robó el teléfono celular de la víctima y prendió fuego a la escena del crimen, la casa que ambos ocupaban en la localidad de Morón (provincia de Buenos Aires). El cuerpo de su pareja, de 50 años, se encontraba dentro de la vivienda.
La investigación policial señala que Zapata contó con la complicidad de su cuñado, Marco Egerina, quien fue detenido a principios de agosto en la ciudad paraguaya de Ñemby, con lo cual comenzó a sospecharse que Zapata también podría encontrarse fuera de Argentina. No obstante, las autoridades migratorias no tenían registro de su salida.
Bajo la premisa de que el femicida habría viajado inicialmente a Paraguay y luego a Madrid, se pidió la colaboración de la Policía española para dar con su paradero. Finalmente, se le detuvo mientras caminaba por la calle y fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional. En los próximos días se conocerá si permanecerá en Europa o será extraditado.