Según medios locales, los ataques afectaron de nuevo al barrio de Dahiyeh. Además, uno de los ataques alcanzó una gasolinera de la francesa Total, desencadenando una fuerte explosión.
Entre los ataques israelíes, uno se produjo en la carretera del aeropuerto, cerca del hotel Golden Plaza, detrás del campo de refugiados palestinos de Burj al-Barajneh.
Horas antes, las Fuerzas de Defensa de Israel reportaron que aproximadamente 130 proyectiles disparados por Hezbolá que cruzaron desde el Líbano hacia territorio israelí.
El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, insistió en mantener la presión sobre Hezbolá en el Líbano "sin concesiones", en unas declaraciones difundidas por las fuerzas armadas israelíes.
Las bajas de Hamas son Muhammad Hussein Ali al Mahmud, parte de la autoridad ejecutiva de Hamás en el país levantino, muerto en un ataque del que no trascendió más información; y Said Alaa Naif Ali, alto cargo de las brigadas Al Qasam, quien falleció en el bombardeo de Tripoli en el que murieron también tres de sus familiares.
Por su parte, Hezbolá aseguró que durante la madrugada respondió a un "intento de avance" de las tropas israelíes en la localidad de Oddaisseh, en la frontera sur del Líbano, donde horas antes ya había informado de otro intento de infiltración repelido con un ataque que provocó "una explosión masiva" que, según la milicia, causó bajas entre sus filas.
Desde el comienzo de las hostilidades, los ataques de Israel en el sur, el valle de la Becá y la capital, Beirut, han matado a casi 2.000 personas y han obligado a 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares, principalmente en el sur y el este del país mediterráneo.