"Logré sacarla de allí, noté que su cara estaba azul con una marca clara en su cuello debido al marco, temí que estuviera muerta porque no emitía ningún sonido. Comencé a hacerle RCP reanimación cardiopulmonar y me di cuenta de que no respiraba", cuenta. Tras los esfuerzos de un grupo de paramédicos fue declarada muerta en la escena.
"La fallecida estaba inclinada sobre el área de almacenamiento de una 'cama con elevación a gas' estilo otomano cuando la plataforma del colchón descendió inesperadamente, atrapando su cuello contra la superficie superior del panel lateral de la base de la cama", detalló en su escrito Chipperfield, de acuerdo con The Guardian. El patólogo Nigel Cooper confirmó que Helen murió por asfixia posicional, es decir, su cuerpo estaba en una posición que le impedía respirar.
A principios de este mes, se llevó a cabo una investigación en el Tribunal Forense de Crook. Un toxicólogo descubrió que la víctima tenía rastros de medicamentos recetados y altos niveles de alcohol en la sangre, casi cuatro veces el límite permitido para conducir. Trascendió que la mujer había estado luchando contras su adición a la bebida y que, el día de los hechos, le había enviado un mensaje a su expareja con pensamientos de autolesionarse.
No obstante, el forense concluyó que la muerte de Davey fue accidental. "Estaba ebria, pero estaba acostumbrada a eso y supongo que era parte de su vida en ese momento. Sabiendo que pudo haber recibido un golpe en la cabeza y que estaba ebria, me temo que pudo haber sido más difícil para ella liberarse, porque estaba desconcertada. No creo que ella tuviera intención de hacer eso suicidarse", aseveró Chipperfield.