Según algunas fuentes, el despliegue del ejército ruso ya ha comenzado, los vehículos militares y los blindados están de camino a Donbass y algunos ya están en las calles de Donetsk. La cuestión crucial es, obviamente, hasta dónde llegarán los soldados rusos: Rusia puede considerar que los territorios que ha reconocido se limitan a los actualmente ocupados por los separatistas, es decir, sólo una parte de Donbass.

Pero si Rusia considera que estos territorios corresponden a las regiones administrativas de Donetsk y Lugansk tal y como existían en 2014 antes del conflicto, entonces es seguro que habrá un gran conflicto militar con el ejército ucraniano. Una cosa es cierta; en cualquier caso, en la mañana del martes, con el anuncio de Putin, torpedeaba la vía diplomática.

Sin embargo, Rusia afirmó el martes que su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, sigue dispuesto a dialogar con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, luego de haber reconocido a las regiones separatistas prorrusas de Ucrania.

"Incluso en los momentos más difíciles (...) decimos: estamos listos para negociar", declaró la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova, en una declaración divulgada por YouTube.

Base legal

Según los textos publicados en una página web de la cámara baja del parlamento ruso, la Duma, estos acuerdos prevén que las partes aseguren su defensa, compartan bases militares y protejan sus fronteras conjuntamente. Crean "la base legal para la presencia" en estos territorios de "unidades militares rusas necesarias para mantener la paz en la región y garantizar la seguridad sostenible de las partes", según una nota explicativa que acompaña a los textos.

Los documentos "establecen las obligaciones de las partes de prestarse asistencia mutua si una de las partes es objeto de un ataque" y "prevén la protección conjunta" de las fronteras. Los acuerdos de amistad y asistencia mutua se presentarán el martes ante el Parlamento ruso.

Ucrania denuncia una violación de su soberanía

"Ucrania califica las últimas acciones rusas como una violación de la soberanía y la integridad territorial de nuestro Estado", dijo el presidente ucraniano en un discurso a la nación, asegurando que Kiev no iba a renunciar a "un trozo" del país y que no tenía "miedo de nada ni de nadie".

Volodymyr Zelensky también indicó que esperaba un apoyo "claro" y "efectivo" de los aliados occidentales de su país contra Rusia, después de que Moscú reconociera "repúblicas" separatistas en el este de Ucrania. "Es muy importante ver ahora quién es nuestro verdadero amigo", añadió.

El Consejo de Seguridad de la ONU celebró en la noche del lunes una reunión de urgencia a petición de los países occidentales, apenas unas horas después de la declaración de Vladimir Putin. La Secretaria General Adjunta de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, "lamentó" enérgicamente la decisión de Rusia. "Las próximas horas y días serán críticos. El riesgo de un conflicto mayor es real y debe evitarse a toda costa".

El reproche de los países occidentales era esperado, pero la sorpresa vino de los tradicionales aliados de Rusia en el Consejo, informó la corresponsal en la ONU Carrie Nooten. Aparte del representante chino, que obviamente no tuvo tiempo de recibir instrucciones de Pekín, se mostraron bastante distantes de Moscú, e incluso denunciaron abiertamente esta línea roja cruzada por Vladimir Putin. Una transgresión que destruye la idea del multilateralismo, ese concepto que es la razón de ser de las Naciones Unidas.

Por su parte, el embajador ruso denunció la emotividad de sus colegas europeos y estadounidenses y confirmó que los soldados enviados a los enclaves separatistas ucranianos eran esencialmente fuerzas de mantenimiento de la paz. Un "sinsentido", según su homólogo estadounidense.

El representante de Kiev en Nueva York reafirmó que las fronteras de Ucrania permanecerían inalteradas. Dijo que estaba felizmente sorprendido por la capacidad de respuesta de sus colegas en el Consejo. "Pensé en venir al funeral de la ONU esta noche. Al final, la encontré en la cama del hospital y puede que todavía tenga una oportunidad de recuperarse", dijo. Tomado por sorpresa, el Consejo de Seguridad aún no ha emitido una declaración, pero podría hacerlo en los próximos días. Está previsto que la Asamblea General, que reúne a los 193 miembros de la ONU, se reúna mañana para tratar el tema. (RFI)