La Knéset aprobó la noche del lunes dos leyes -que entrarán en vigor dentro de tres meses- para prohibir la actividad de la UNRWA en Israel, así como limitar su capacidad operativa en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza. Ante esto, Guterres anunció que llevará este asunto a la Asamblea General, por ser precisamente dicha Asamblea la que -en 1952- estableció el mandato de la UNRWA como el organismo que específicamente serviría "para atender las necesidades de los refugiados palestinos".
Como ha hecho en múltiples ocasiones, el secretario general argumentó que "no hay alternativa a la UNRWA" por ser "el principal medio por el que la ayuda esencial llega a los refugiados palestinos en los territorios palestinos ocupados". Aplicar las leyes aprobadas por la Knéset "irá en detrimento de una solución al conflicto palestino-israelí y de la paz y la seguridad en toda la región", aseguró Guterres.
De ejecutarse estas leyes, esto impedirá, en la práctica, que la UNRWA pueda seguir desarrollando sus labores educativas y sanitarias en los territorios palestinos ocupados, ya que Israel no emitirá permisos de entrada a la Franja de Gaza ni facilitará la coordinación existente hasta ahora con el Ejército o procesará pagos mediante entidades bancarias israelíes.
Por su parte, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, denunció en X (antes Twitter) que ambas legislaciones representan el último paso en "la campaña en curso para desacreditar a la UNRWA" y dijo que "solo profundizarán el sufrimiento de los palestinos, especialmente en Gaza".