Los ejemplares fueron encontrados en la Reserva Nacional Kawésqar y en el Parque Nacional Laguna San Rafael, cerca de los centros de cultivo de salmones de las compañías Australis Mar y Cooke Aquaculture.
"Esto genera serias dudas con respecto de las posibles responsabilidades de las mencionadas firmas en estos acontecimientos", señaló la vocera de la ONG Greepeace Chile, Silvana Espinosa. La organización subrayó su preocupación en tanto no es el primer caso de esta naturaleza.
En mayo del año 2020 Australis Mar dio cuenta al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) del hallazgo de una ballena muerta y enmallada en uno de sus centro de cultivo de salmones emplazado en el sector de isla Matilde, en la Región de Aysén.
"Nos parece grave que ballenas u otras especies mueran al interior de áreas protegidas, lugares que, en rigor, han sido creados para asegurar la preservación y conservación de la biodiversidad que los habita", indicó Espinosa.
"Sin embargo, estos eventos evidencian que esa protección es sólo una ilusión, muy distante de la realidad. Esperamos que las autoridades investiguen estos casos, establezcan a la brevedad las causas de muerte y se tomen las medidas necesarias para velar por la protección de la biodiversidad de la zona. Este tipo de situaciones no puede quedar impune", puntualizó la vocera de la organización.
Según la ONG, el 50 % de los centros de cultivo de salmones en la región de Magallanes, en el extremo sur de Chile, ha presentado condiciones anaeróbicas (pérdida parcial o total de oxígeno).
Chile es el segundo exportador mundial de salmón, después de Noruega, y la salmonicultura, que se desarrolló con fuerza durante la dictadura entre 1973-1990, es la tercera industria en el país que más exporta tras el cobre y el litio.