Las mujeres, quienes eran creadoras de contenido en Brasil, se embarcaron en la costa junto a otras cuatro personas luego de asistir a una celebración en São Paulo el 29 de septiembre. Según el capitán de la embarcación, esta tenía capacidad para cinco pasajeros, pero decidió llevar a los seis ocupantes.
Durante el recorrido, las olas intensas comenzaron a llenar la lancha, y, pese a los esfuerzos del capitán para rescatar a los tripulantes, el agua volcó el bote, arrojando a todos al agua de la Garganta del Diablo, a lo largo del río Iguazú
Uno de los sobrevivientes relató que logró ponerse el chaleco salvavidas rápidamente y se aferró a una roca cercana. El capitán afirmó que intentó advertirles sobre la necesidad de los chalecos salvavidas, pero Amorim y Faria se rehusaron a usarlos.
Ambas se ahogaron al no poder mantenerse a flote.
Tras la tragedia, el cuerpo de Beatriz Faria fue encontrado a la deriva por los Bomberos Marítimos de Brasil, mientras que el de Aline Moreira de Amorim fue hallado en la playa de Itaquitanduva una semana después, arrastrado por las corrientes.
La Policía de São Vicente señaló que la investigación sigue abierta para determinar si la causa de las muertes fue imprudencia o negligencia, e indicaron que “todo esto se está investigando con mucha calma para concluir si las muertes se debieron a imprudencia o negligencia”.
Aline, madre de una niña, no sabía nadar, pero compartía frecuentemente fotos y videos de sus viajes en redes sociales, mostrando su amor por el mar. Beatriz, por su parte, era modelo y entrenadora de crossit desde joven. Ambas publicaron contenido en redes poco antes de la tragedia, dejando un registro de sus momentos previos al fatal accidente.