Paty, de 47 años, fue asesinado afuera de la escuela en la que trabajaba en un barrio de París, por un agresor de 18 años de origen checheno, quien fue abatido a tiros por la Policía poco después del ataque.
De acuerdo con la investigación judicial, el profesor había mostrado a sus estudiantes caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión, lo que enfureció a algunos padres musulmanes. Según los mandatos religiosos, la mayoría de los musulmanes evitan esas representaciones al considerarlas actos de blasfemia.
Entre los jóvenes que deberán permanecer recluidos se encuentra una adolescente que supuestamente les había dicho a sus padres que Paty había pedido a los alumnos musulmanes que salieran de la sala antes de mostrar las caricaturas. La Justicia consideró que esa calumnia fue una de las causales del crimen.
Otro de los jóvenes que deberá permanecer en prisión, fue encontrado responsable de marcar a Paty para que el atacante lo decapitara.
La condena más severa fue impuesta a un adolescente a quien formalmente se le impuso una pena de prisión de seis meses, aunque tiene la posibilidad de cumplirla en su casa bajo vigilancia electrónica.
La niña declarada culpable de hacer acusaciones falsas y comentarios difamatorios recibió una sentencia suspendida de 18 meses y quedó en libertad condicional durante dos años.