"Escuché 'me manipulaban', 'bebí un vaso de agua, estaba drogado'. ¿Pero en qué momento no lo entendieron?", exclamó indignada la mujer de 71 años, convertida en un ícono feminista desde el inicio de este largo juicio el 2 de septiembre.
"Es hora de que la sociedad mire a esta sociedad machista y patriarcal y cambie la forma en que ve la violación", dijo al tribunal, y expresó que nunca perdonaría a su esposo.
El último de los 51 acusados en declarar este martes, Philippe L., adoptó la misma línea de defensa y aseguró que estaba "bajo las órdenes" de Dominique Pelicot, un "demonio", y que en ese momento creía que participaba en el escenario de una pareja liberal en la que la mujer fingía dormir. "No sabía que hacía algo insano", afirmó.
Acusado de "violaciones agravadas", Dominique Pelicot enfrenta una pena de 20 años de prisión, como la mayoría de los acusados.