Este mediático proceso, cuya cobertura ha dado la vuelta al mundo, entró en su recta final con el pedido de penas para los 51 acusados (de entre 26 y 74 años de edad), uno de ellos juzgado en rebeldía, etapa clave que debe prolongarse durante tres días.
Pero lo que está en juego “no es una condena o una absolución, sino un cambio fundamental de las relaciones entre hombres y mujeres”, aseguró el también fiscal Jean-François Mayet, al inicio de los alegatos finales.
Tras 11 semanas de juicio, el pedido de penas coincide con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
“Es un símbolo más”, aseguró Antoine Camus, uno de los abogados de la víctima, que desde el inicio del juicio rechazó que este se celebrara a puerta cerrada “para que la vergüenza cambie de bando”.
“Tenía usted razón, señora. Las últimas semanas han demostrado lo importante que son estas difusiones (de las imágenes de las violaciones ante el público y la prensa presentes) para que la vergüenza cambie de bando”, subrayó el fiscal.
A sus 71 años, Gisèle Pelicot se ha convertido en un símbolo feminista. “Estoy muy emocionada”, dijo este lunes la mujer a su llegada al juicio, para el que se acreditaron 138 medios, de los cuales 57 internacionales.
Antes de conocerse el veredicto, previsto para el 20 de diciembre, las defensas deberán presentar también sus alegatos finales hasta el 13 de diciembre.
La primera será la letrada de Dominique Pelicot, Béatrice Zavarro.
Este juicio estuvo muy presente durante las manifestaciones celebradas el fin de semana en Francia, en las que miles de personas denunciaron la violencia contra las mujeres y reclamaron reforzar la legislación para prevenirlas.
“Por desgracia, muchos hombres lo ven como un simple suceso, sórdido, pero sin más”, lamentó Bernadette Teyssonnière, de 69 años, quien llegó a primera hora de la mañana del lunes al Palacio de Justicia de Aviñón para poder asistir al juicio.
Su repercusión es también mundial. Ante el presidente francés, Emmanuel Macron, la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, alabó el jueves la “valentía y dignidad” de Gisèle, una “ciudadana común” que dio “una lección al mundo”.