pese a la situación creada por la imposición de la ley marcial de emergencia, informó la agencia de noticias "Yonhap".
Además, los partidos de la oposición presentaron al Parlamento proyectos de destitución del presidente, cuya votación está prevista para los días 6 y 7 de diciembre.
Para destituir al presidente se necesitarán 200 de los 300 votos del Parlamento, y la oposición necesitará el apoyo de al menos 18 legisladores del partido gobernante.
El 3 de diciembre, el presidente, Yoon Suk-yeol, anunció la imposición de la ley marcial en el país para "erradicar a las fuerzas pro norcoreanas y proteger el orden constitucional democrático" ante la amenaza de parálisis del poder debido a los intentos de destituirlo.
Las actividades de la Asamblea Nacional (Parlamento) y de los partidos políticos fueron prohibidas, y todos los medios de comunicación quedaron bajo control de los militares.
El principal líder opositor surcoreano, Lee Jae-myung, que calificó de "inconstitucional y antipopular" la decisión del presidente, advirtió que la medida convertiría a Corea del Sur de "un Estado gobernado por fiscales en un Estado gobernado por el Ejército" y pidió que se impidiera este escenario.
Más tarde, la mayoría de los diputados de la Asamblea Nacional pudieron votar a favor del levantamiento de la ley marcial, que posteriormente fue aprobado por el Gobierno.
Por su parte, el Partido Democrático, la principal fuerza opositora de la nación asiática, prometió iniciar un proceso de destitución de Yoon si no presentaba su dimisión.