Niña de 11 años sobrevive tres días en el Mediterráneo con salvavidas improvisados (+Fotos)
Es la única sobre viviente de una patera en la que viajaban 45 personas
Internacional.- Yasmine, una niña de 11 años originaria de Sierra Leona, un país africano, sobrevivió tres días en alta mar tras un naufragio en el Mediterráneo. Es la única superviviente de una patera en la que viajaban 45 personas.
La tripulación del velero Trotamar III, de la ONG alemana Compass Collective, estaba buscando una patera en apuros cuando “nuestros hombres escucharon gritos y llantos” de la pequeña en medio del mar. “Fue casi un milagro que pudiéramos escuchar sus lamentos (...) Fue una coincidencia increíble que escucháramos la voz de la niña a pesar de que el motor estaba en marcha", expresó el capitán del barco que rescató a la menor, Matthias Wiedenlübbert, en un comunicado.
La niña llevaba un chaleco salvavidas y se agarró a dos flotadores improvisados que la mantuvieron a flote. Ha explicado que viajaba sola con su hermano, desaparecido en el naufragio. Tras ser rescatada, la niña fue trasladada inmediatamente a Lampedusa.
Al ser hallada contó a los rescatistas que el bote de metal en el que estaba se había hundido en cuestión de segundos debido a una fuerte tormenta y que ella, y otras dos personas, estuvieron juntas en el agua por un tiempo, pero luego perdieron el contacto.
En la embarcación, que había zarpado de la localidad de Sfax (Túnez).
"Suponemos que ella es la única superviviente del naufragio y que las otras 44 personas se ahogaron", afirmó Compass Collective, que colabora en misiones de rescate de migrantes en el Mediterráneo.
Tras el hallazgo, la tripulación estuvo rastreando el área intentando encontrar a otros sobrevivientes, pero no hubo resultados positivos.
"Después de la tormenta que duró varios días con olas de 2,5 metros de altura, ya no había esperanza", dijo Wiedenlübbert.
En el momento de ser rescatada, la menor había pasado días sin comer ni tomar agua y sufría de hipotermia.
Tras su rescate fue trasladada hasta Lampedusa, donde fue atendida por los médicos y se mostró capaz de caminar y hablar.