Jimmy Savile el monstruo detrás del extravagante personaje televisivo que cautivó a los británicos por décadas
El presentador fue capaz de abusar e intimidar a sus víctimas y evadir la justicia a través de sus relaciones cuidadosamente cultivadas con las élites británicas
Internacional.- Jimmy Savile fue una de las figuras más reconocidas de la televisión británica desde la década de 1960 hasta principios de los 2000. Su carisma y excentricidad, junto con su labor filantrópica y su estrecha relación con diversas instituciones del Reino Unido, lo convirtieron en un personaje emblemático, llegando a ser considerado un "tesoro nacional".
Sin embargo, tras su muerte en octubre de 2011, a los 84 años de edad, salieron a la luz numerosas denuncias de abusos sexuales, muchas de ellas a menores, que involucraban a la celebridad. La revelación de su lado más siniestro detrás de cámaras representó un duro golpe para la sociedad británica y marcó el comienzo del destape de la doble vida de uno de los mayores depredadores sexuales de la historia del país, cuyas acciones ocurrieron bajo la inacción de su empleador, la BBC.
En 2013 un informe policial titulado "Giving Victims A Voice" ("Dar voz a las víctimas") atribuyó formalmente a Savile 214 delitos ocurridos entre 1955 y 2009, la mayoría de ellos en su Leeds natal y en Londres. Se determinó que el 73 % de las víctimas eran menores de edad. Asimismo, otros reportes dan cuenta de que la celebridad llegó a abusar de hasta mil personas en las instalaciones de la corporación de medios británica.
¿Cómo operó bajo las sombras por tanto tiempo?
El presentador, conocido principalmente por sus programas "Top of the Pops" y "Jim'll Fix It", fue capaz de abusar e intimidar a sus víctimas y evadir la justicia a través de sus relaciones cuidadosamente cultivadas con las élites británicas y sus actividades benéficas en colegios, hospitales y centros de asistencia social y psiquiátricos.
"Ahora está claro que Savile se escondía a plena vista y utilizó su estatus de celebridad y su actividad de recaudación de fondos para obtener acceso incontrolado a personas vulnerables a lo largo de seis décadas", aseguraba el informe publicado en 2013.
La imagen pública lo retrataba como excéntrico y extravagante, pero esencialmente sencillo y bondadoso, un mito cuidadosamente construido que garantizó que muy pocas personas se acercaran realmente a él o conocieran su verdadera personalidad.
En esa línea, el reporte agregó que la celebridad era "un individuo principalmente oportunista que usaba su estatus de celebridad como una herramienta poderosa para coaccionar o controlar a los demás, aprovechándose de los vulnerables o deslumbrados por las estrellas para su gratificación sexual".
Si bien antes de su muerte hubo rumores e investigaciones policiales sobre denuncias de abusos sexuales en su contra, Savile amenazó con emprender acciones legales contra la Policía y los medios, amparándose en leyes que condenan la difamación.
La estrecha relación de Savile con las instituciones británicas
A medida que la fama de la estrella principal de la BBC crecía, también lo hacían sus obras benéficas. La celebridad llegó a recaudar más de 40 millones de libras para el Servicio Nacional de Salud y otras organizaciones, lo que llevó a que fuera nombrado Caballero por la reina Isabel II.
Para entonces, la BBC, el Servicio Nacional de Salud, el Departamento de Educación y Ciencia, el Estado, la Iglesia, la monarquía, el Ejército y la sociedad británica estaban todos involucrados en su validación colectiva.
Su reputación le permitió a Savile tener cada vez más poder sobre las instituciones y organizaciones caritativas que dependían de él. En un momento, llegó a persuadir a los medios para que no publicaran historias sobre las denuncias, advirtiendo de que si lo hacían serían responsables del fin de su recaudación de fondos de caridad.
La falta de acción de la BBC
Una auditoría independiente liderada por Janet Smith en 2016 concluyó que la cultura corporativa de la BBC se caracterizaba por una "profunda deferencia", y que el personal se mostraba reacio a transmitir sus quejas a los gerentes.
Además, se destacó que los altos directivos no fueron informados sobre las denuncias contra Savile debido a una "atmósfera de miedo", la cual, según el informe, aún persiste en la organización.
Hasta la fecha, pocas personas han sido llevadas ante la Justicia británica por permitir, encubrir o no investigar adecuadamente las numerosas denuncias de abuso sexual en contra de la personalidad.