Además, la ley también obliga a las escuelas a adoptar estrategias para tratar los problemas psicológicos de los alumnos e informarles de los riesgos sobre el "uso inmoderado" de los aparatos.
"En todos los lugares donde se implementó la medida (...), se tuvo una mejora en el desempeño escolar, en la disciplina de las escuelas y en la reducción del bullying (acoso escolar)", señaló durante la discusión el senador Alessandro Vieira, ponente del proyecto, en declaraciones citadas por medios brasileños.
La aprobación llega después de que el estado de São Paulo y la ciudad de Río de Janeiro adoptaran decisiones similares en los últimos meses.
El Ministerio de Educación había expresado su apoyo a la medida, al citar estudios que señalan su impacto positivo sobre el desempeño de los estudiantes y sobre la salud mental de los profesores.
"La tecnología es importante, los equipamientos son importantes, pero tiene que haber un límite", afirmó en octubre el ministro, Camilo Santana.