Pese a su mala fama en Occidente, para los chinos la serpiente es un símbolo sagrado: una leyenda tradicional china cuenta que Nüwa y Fuxi, que tenían cabezas humanas pero cuerpos de serpiente, fueron los creadores de la humanidad. Y, además, el símbolo está relacionado con el mitológico dragón tanto que su nombre en el zodíaco es precisamente “pequeño dragón”.
La celebración comienza con la cena de la "Nochevieja china", con los famosos "jiaozi" (empanadillas al vapor) como estrella, y la famosa gala anual retransmitida por la televisión estatal CCTV, donde el protagonismo este año se lo llevaron unos robots humanoides que se han hecho virales en redes tras ejecutar un baile regional.
La tradición llama a quedarse despierto hasta la medianoche y lanzar petardos y fuegos artificiales para ahuyentar malos espíritus. No obstante, en algunas zonas de las grandes urbes ya no se pueden escuchar porque fueron prohibidos por cuestiones de seguridad y para evitar una mayor contaminación atmosférica.
Tras ello, este primer día del año lunar suele destinarse a visitar a familiares para entregarles los populares "hongbao", sobres de color rojo con dinero dentro que se utilizan para desear fortuna. Y, para los más religiosos, es un momento ideal para acudir a los templos y orar.
Wu y Zhang, una pareja de jubilados de la ciudad central de Chengdu, no solo recuerdan qué hacer en estas fechas sino también qué evitar: “En el primer día del año, se dice que no hay que recoger la casa, ni barrer el suelo, ni cortarse el pelo”.