Las autoridades griegas han organizado vuelos adicionales para ayudar a la gente a huir a tierra firme, pero las tareas de evacuación se complicaron el miércoles, debido a que los transbordadores no pudieron salir de los puertos a causa de los fuertes vientos. El servicio normal se reanudó el jueves.

Ubicada cerca del límite de las enormes placas tectónicas africana y euroasiática, Santorini sufre a menudo actividad sísmica, pero rara vez con tanta intensidad y durante tanto tiempo. Además de Santorini, las islas cercanas de Amorgos e Ios también han sufrido temblores. Aún no se han reportado daños mayores, pero las autoridades griegas toman precauciones ante un posible terremoto de gran escala.

“Se ha activado todo el mecanismo estatal y quiero instar a nuestros ciudadanos a cooperar con las autoridades”, dijo el primer ministro Kyriakos Mitsotakis después de una reunión de altos funcionarios el miércoles.

Santorini debe su forma a fenómenos geológicos que ocurrieron hace milenios. La isla es famosa por su caldera, un cráter con forma de cuenco causado por una erupción volcánica, que se formó por una de las mayores explosiones conocidas en torno al año 1600 a. C.

Cientos de temblores, que han sacudido Santorini cada pocos minutos durante días, han tenido una magnitud de alrededor de 3,0 y se consideran terremotos “leves”. El terremoto del miércoles, de más de 5,0, se considera “moderado”. Le siguieron al menos cinco sismos con una magnitud de 4,0 o superior, que se consideran “leves”.

El gran terremoto más reciente de Santorini, de magnitud 7,5, ocurrió en 1956, muriendo al menos a 53 personas e hiriendo a más de 100.