Del escepticismo al éxito global
Durante siglos, el caviar se ha ligado a Rusia e Irán y es un símbolo de lujo. En vista de que su proceso de producción es exigente, en pocas palabras, el esturión tarda entre 8 y 20 años en madurar, lo que hace que sus huevas alcancen precios exorbitantes, llegando hasta los USD 27.000 por cucharadita.
En 2017, todo cambió, Acipenser presentó su primer lote de caviar premium Rova, y la industria dudó. No obstante, todo cambió en 2019, cuando el producto fue probado en la prestigiosa feria Sirha Lyon. Desde ese momento, ha conquistado los menús de hoteles de lujo como el Hôtel de Crillon en París y el Hôtel du Palais en Biarritz.
La chef Julia Sedefjian, la más joven en dirigir una cocina con estrella Michelin en Francia, elogió el caviar Rova por su sabor a mantequilla con notas de brioche y avellana. “Es un caviar indulgente, adaptable a todos los paladares”, aseguró.
Impacto local y visión sostenible
Madagascar, uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, se ha beneficiado de la presencia de Acipenser. La empresa genera empleo para 300 personas, en su mayoría locales, y ha implementado programas de educación, salud y sostenibilidad en la comunidad.
Además, recientemente obtuvo un permiso gubernamental para reforestar y proteger 200 hectáreas alrededor del lago Mantasoa, asegurando su preservación. También ha implementado medidas para mantener la calidad del agua y apoyar la pesca local.