De acuerdo con el secretario de seguridad de Norte de Santander, George Quintero, la detonación ocurrió en el barrio San Rafael, situado en Villa del Rosario, municipio del área metropolitana de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander y principal paso fronterizo de Colombia con Venezuela; un concurrido sector de Cúcuta, donde hay viviendas familiares e instituciones educativas.
"El peaje quedó completamente destruido (...) Rechazamos todos estos actos violentos", dijo Quintero, quien ofreció una recompensa "hasta cien millones de pesos (unos 25.000 dólares) para dar con los responsables de los hechos violentos de las últimas horas".
Con este ataque son cuatro las explosiones que han sacudido al área metropolitana de Cúcuta desde la noche del miércoles. Uno de los atentados más graves ocurrió en el peaje de Villa del Rosario, que dejó seis personas heridas e infraestructura destruida.
Casi en forma simultánea esta madrugada fue atacado con disparos un puesto policial ubicado en el Templo Histórico, frente a la Casa Natal del General Francisco de Paula Santander, uno de los próceres de la Independencia, también en Villa del Rosario, y la estación de Policía de La Parada, actualmente en construcción.
Ninguna autoridad ha confirmado la autoría de estos ataques, aunque Quintero manifestó que la hipótesis es que sería la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) el responsable de estos ataques en varios lugares de esta zona.
La ola de violencia se produce un día después de que varios gobernadores reclamaran al presidente colombiano, Gustavo Petro, por el agravamiento del conflicto armado en varias partes del país, durante una reunión del mandatario con autoridades regionales.
"Hay una percepción en el país muy complicada referente a la seguridad", expresó William Villamizar, gobernador de Norte de Santander, donde está ubicada la región del Catatumbo, azotada desde hace un mes por la arremetida del ELN contra una disidencia de las FARC que ha dejado al menos 63 muertos y más de 50 mil desplazados.
Villamizar, que habló como vocero de sus colegas de los 32 departamentos colombianos, hizo un llamado a "fortalecer la inteligencia y el trabajo de las Fuerzas Militares" con un aumento del pie de fuerza en varias regiones.
La misma preocupación expresó la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, ya que en su departamento el ELN libra combates con el Clan del Golfo, la principal banda criminal colombiana, lo que hasta la semana pasada había dejado unos tres mil 600 desplazados y más de 12 mil personas confinadas.
"He alzado la voz en los últimos días en nombre del departamento del Chocó y en nombre de las comunidades del departamento del Chocó porque se trata de una verdadera crisis humanitaria y de Derecho Internacional Humanitario (DIH)", expresó Córdoba.