La fecha sigue dependiendo de los 40 días anteriores a la Pascua
Internacional.- Aunque el Carnaval está estrechamente relacionado con Brasil, la fiesta también se celebra en muchos países de influencia católica, como España, Portugal y Francia.
Esto se debe a que, según la Enciclopedia Británica (un banco de información histórica y cultural centrado en la educación y mantenido por educadores, periodistas e historiadores del Reino Unido), el origen de la fiesta se encuentra en las costumbres católicas del antiguo Imperio Romano.
Según la Enciclopedia, el Carnaval procede de las fiestas finales que celebraban los romanos católicos en los días previos a la Cuaresma, un periodo que tiene lugar antes de la Pascua cristiana y en el que los devotos se abstenían de comer carne, entre otras prácticas religiosas.
El término “carnaval” proviene del latín carne vale o carnelevarium, que significa “adiós a la carne”, quitar o retirar la carne, en alusión a la abstinencia de carne durante la Cuaresma. Esta festividad se convirtió en una oportunidad para disfrutar de banquetes, música y excesos antes de entrar en el período de reflexión y sacrificio.
En la actualidad, la fecha del carnaval sigue dependiendo de los 40 días anteriores a la Pascua, por lo que se celebra en días diferentes cada año, pero siempre entre los meses de febrero y marzo.
El carnaval puede tener un origen aún más antiguo
El carnaval moderno arrastra gran parte de sus orígenes católicos, pero las antiguas fiestas romanas pueden haber evolucionado a partir de festivales primitivos que se celebraban ampliamente antes de que el cristianismo fuera la religión oficial del Imperio Romano, lo que ocurrió en el año 380 d.C.
Una de ellas es la fiesta que se celebraba en honor del comienzo de la primavera, el año nuevo y el renacimiento de la naturaleza, indica la Enciclopedia Británica.
En Italia, más concretamente, el origen de las celebraciones también puede vincularse a las fiestas paganas Saturnalia y Lupercalia. La primera se celebraba en honor del dios Saturno y tenía lugar en el solsticio de invierno, en diciembre. La segunda tenía lugar en febrero, mes de las divinidades infernales y de la purificación para los romanos. Ambas fiestas duraban días y se caracterizaban por la abundancia de comida, bebida y bailes.