Las mentiras ante la jueza de la defensa del padre Marcelino, acusado de agresiones sexuales a cinco niñas, para salir en libertad provisional
El acusado también omitió información clave al hablar de un "pasado que me persigue como un estigma por ser secretario" del "pederasta" Marcial Maciel
Internacional.- Para que Marcelino de A. saliera en libertad, pese a estar acusado de cinco agresiones sexuales a niñas de seis años en el colegio Highlands El Encinar de La Moraleja, su abogado defensor decidió lanzar un órdago asegurando que no hay "riesgo de fuga", con el argumento de que "mi patrocinado es español y tiene a toda su familia en España". Una afirmación que, sin embargo, resultó ser falsa.
El 5 de marzo, horas antes de que el padre Marcelino fuera detenido y fichado por agentes de la Policía Nacional, su hermano, también sacerdote perteneciente a los Legionarios de Cristo, dio una entrevista en el canal mexicano de televisión digital Mundo Católico Television Network, durante la cual se menciona en distintas ocasiones que se encuentra destinado en Venezuela, que es hermano del imputado padre Marcelino y que ejerce una labor pastoral en este país caribeño desde hace años.
Sin embargo, esta no fue la única contradicción entre la entrevista que su hermano dio al canal mexicano y la declaración judicial del padre Marcelino.
Ante preguntas de su abogado, quien buscaba justificar su arraigo en Segovia y evitar así su ingreso en prisión, el cura investigado por las violaciones a las niñas señaló que un familiar cercano padecía una enfermedad grave que se encontraba en "fase terminal". No obstante, su hermano, aunque menciona la misma dolencia en el programa de televisión, sostiene que dicho familiar "está mejor" y emplea otras expresiones para referirse a su estado de salud como "muy bien" y "muy lúcido".
Durante su breve declaración ante la jueza, el padre Marcelino también omitió información clave al hablar de un "pasado que me persigue como un estigma por ser secretario" del "pederasta" Marcial Maciel.
Concretamente, el sacerdote omitió que fue el hombre de máxima confianza del fundador de los Legionarios de Cristo. Tampoco mención que lo acompañó durante los últimos años de su vida, cuando las acusaciones de pederastia eran públicas y la Justicia andaba tras los pasos de Maciel. Entonces, la defensa del depredador sexual se escudaba en su débil estado de salud. Unas dolencias demasiado precarias para acudir ante un tribunal, pero no demasiado graves para viajar regularmente de México a Houston (Texas) o a Jacksonville (Florida) en Estados Unidos, en compañía del padre Marcelino.
Además, el sacerdote segoviano tampoco relató ante la jueza que él fue la persona designada por Maciel para entregar el millonario fideicomiso (el cual se encontraba en una cuenta del Cititrust Limited de las Bahamas) a los hijos que el fundador de los Legionarios concibió, utilizando al menos dos identidades falsas.
Finalmente, al ser preguntado por la jueza si hay algún colegio cerca de la residencia familiar de Segovia en la que se encuentra empadronado, "para tener en cuenta la posible distancia", el cura omitió que en la calle de dicha vivienda se encuentra un parque infantil, un colegio de primaria y un instituto. Solo mencionó un colegio "de los Maristas" (situado en otra vía), sobre el que afirmó que "está a más de un kilómetro y algo en coche". Una distancia que, según Google Maps, es de solo 500 metros.
Sin embargo, las omisiones del octavo mandamiento (no mentirás) pasaron inadvertidas ante la fiscal y la magistrada, que terminó decretando la libertad provisional para el sacerdote acusado de violar a cinco niñas de seis años.