Los investigadores todavía indagan sobre las causas de esta encerrona de un grupo de jóvenes sobre otro y por la que los cinco implicados están siendo investigados por intento de homicidio. Con todo, fuentes consultadas por EL PAÍS descartan que se trate de un enfrentamiento entre bandas. Parte de lo ocurrido fue grabado por una cámara de seguridad municipal cercana.
Los implicados rodearon el vehículo mientras propinaban fuertes golpes con utensilios y objetos contundentes, hasta que uno de ellos, después de romper la ventanilla, agredió con el machete al conductor en el antebrazo. En el interior del coche había más personas, al menos cinco, aunque no se aprecian en la grabación difundida por la Guardia Civil este miércoles, señalan fuentes consultadas. Tras el ataque, huyeron del lugar. El presunto agresor escondió el arma blanca en el interior de la pernera de su pantalón antes de darse a la fuga.
El joven herido bajó de su vehículo con una importante hemorragia y corrió en dirección al centro de salud de Fuensalida. Después fue trasladado al Hospital Universitario de Toledo, donde fue intervenido quirúrgicamente. Al día siguiente del suceso, que causó una gran alarma entre los vecinos, el Consistorio pidió responsabilidad y prudencia para no entorpecer la labor policial y judicial. También aseguró, mediante un comunicado, que la red de cámaras de vigilancia del municipio y la colaboración de los testigos habían facilitado la identificación de los implicados.
La investigación, bautizada Operación Movimach-25, ha corrido a cargo del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Torrijos, con el apoyo de los agentes de Fuensalida, y la colaboración de la Policía Local del término municipal. Durante las pesquisas, identificaron al agresor del machete como un joven de 22 años, vecino de Móstoles, y también implicaron en los hechos a su hermano, menor de edad.
Ese mismo día, antes de la agresión, la Policía Local del municipio intervino en una riña entre unas 30 personas. El Consistorio asegura haber reclamado a la Delegación del Gobierno un aumento de la presencia de agentes de Guardia Civil para paliar problemas de seguridad ciudadana, aunque no han recibido respuesta sobre esta solicitud.
Este mismo municipio fue centro de otra operación a finales de enero por la que fueron detenidas tres personas por difundir el ideario del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés). Esta investigación, realizada por el Servicio de Información de la Guardia Civil y la Dirección General de Vigilancia del Territorio (el servicio de inteligencia interior marroquí) detectó la presencia de un estudiante de 21 años que presuntamente realizaba una intensa labor de radicalización entre otros jóvenes de su entorno. Entre esos seguidores se encontraban los otros dos arrestados, también estudiantes. Uno de ellos, tenía tan solo 16 años, algo que confirma el auge del yihadismo entre menores.
