Anas, el primer chico trasplantado con éxito de corazón e hígado en España
"Ahora por suerte ya no tendré que ir al hospital cada semana, por mucho que me quiera a los doctores", dijo el joven
Internacional.- Anas nació con una malformación en el corazón: En lugar de dos ventrículos, sólo tenía uno. Con pocos meses de vida tuvo que pasar ya por quirófano. Los médicos le hicieron hasta tres cirugías para asegurar su calidad de vida y que la sangre riega todo su cuerpo.
En la última operación le desconectaron unas venas del corazón para conectarlas a la arteria pulmonar y así garantizar que la circulación llegara a los pulmones, una técnica que se conoce como cirugía de Fontan, en homenaje al doctor que la ideó. Gracias a esta intervención pudo hacer vida normal: iba a la escuela, jugaba con sus amigos y hacía deporte. Sin embargo, a los 13 años de edad la sangre empezó a fluir más lentamente, dejó de ir a la escuela porque no podía salir de casa y algunos órganos, como el hígado y los intestinos, empezaron a resentirse.
La cirugía de Fontan es una solución eficaz, pero no es definitiva, puesto que puede acabar provocando una quiebra cardíaca, hipertensión pulmonar y problemas hepáticos. Esto es lo que le ocurrió a Anas, aunque no es un caso nada habitual en pacientes pediátricos. Cuando esto ocurre, la única alternativa de estos enfermos es el trasplante.
Después de dos años de clases particulares, dietas a medida y muchas visitas al hospital, tanto por urgencias como por visitas rutinarias, los profesionales del Hospital Vall d'Hebron le realizaron un trasplante simultáneo de corazón e hígado. Es la primera operación de estas características en el Estado y ha sido un éxito. Ahora Ana sólo piensa en recuperar su vida. "El año que viene por suerte empezaré el bachillerato ya estudiar de forma continuada. Quiero estudiar física y matemáticas y me gustaría investigar en electrónica e informática", cuenta con una sonrisa.
Para que este adolescente haya podido dejar el hospital ha sido necesaria una operación inédita en España que ha involucrado a más de 30 profesionales del Vall d'Hebron. "Es un hito del programa de trasplante pediátrico", celebró este viernes el subdirector asistencial del centro, José Manuel Domínguez. Hasta ahora este tipo de trasplante en hospitales españoles sólo se había realizado a un paciente adulto en el Hospital Gregorio Marañón. En menores de edad existen muy pocos precedentes en todo el mundo, la mayoría en Estados Unidos. "Ahora por suerte ya no tendré que ir al hospital cada semana, por mucho que me quiera a los doctores", ha dicho Anas, risueño, durante la rueda de prensa de este viernes.
Órganos fuera del cuerpo
Hasta hace poco, y cada dos semanas, Ana tenía que ir al hospital a recibir una transfusión de albúmina, una proteína de la sangre. Por culpa de la circulación lenta de la sangre empezó a hacer fibrosis en el hígado, que es el deterioro del tejido sano del órgano, una situación que puede desembocar en cirrosis. Por eso era necesario trasplantar, no sólo el corazón, sino también el hígado. Una de las claves para poder realizar esta intervención ha sido el uso de una nueva tecnología llamada Hope, que en inglés significa esperanza y también es el acrónimo de Perfusión Oxigenada Hipotérmica.
Esta técnica permite alterar el tiempo en que un órgano puede estar fuera del cuerpo sin recibir oxígeno ni nutrientes. Normalmente, en estas condiciones, el corazón aguanta unas 4 horas, y el hígado un máximo de 8 horas. Esta corta duración obliga a tener un circuito muy bien organizado para realizar el trasplante. Con la tecnología Hope se hace circular un líquido oxigenado a una temperatura muy baja a través del hígado del donante para preservarlo mejor y que no sufra daños mientras está fuera del cuerpo. De este modo, el equipo de cirugía cardíaca puede realizar el trasplante de corazón sin ir a contrarreloj.
Ahora Anas ya tiene 16 años e insiste en que sólo piensa en empezar la escuela después de casi tres años de clases particulares en casa. El equipo del Vall d'Hebron celebra que el tiempo de recuperación después de esta intervención ha sido excepcional e incluso deben frenarlo en algún momento, cuando quiere correr demasiado para quemar etapas después de todo este tiempo con dificultades para moverse y tan vinculado al hospital. Su madre, Malika, agradeció a todo el equipo médico que le hayan dado una "vida nueva" a su hijo y también para ella, que ya no vivirá "con preocupación ni con alarmas cada dos por tres por ir corriendo a urgencias".