"Cuando digo que Canadá debería ser un estado, realmente lo digo en serio, porque no se puede esperar que sostengamos a un país que está justo al lado de nosotros. Sería un gran estado, sería un estado apreciado", afirmó el mandatario durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Además, indicó que, aunque "EE.UU. no necesita nada de Canadá", invierte 200 mil millones de dólares al año para "mantenerlo a flote". También afirmó que, de convertirse en un estado estadounidense, "los impuestos para los canadienses bajarían al menos a la mitad".
En repetidas ocasiones, Trump ha declarado su intención de anexar Canadá al territorio de EE.UU. y ha equiparado el déficit comercial con "subsidios masivos". Asimismo, argumenta que Ottawa no invierte lo suficiente en materia de defensa porque espera que Washington lo defienda en caso de ser necesario.
Por su parte, Mark Carney, nuevo primer ministro, afirmó a principios de este mes, en su primer discurso como líder del gobernante Partido Liberal, que "EE.UU. no es Canadá y Canadá nunca jamás formará parte de EE.UU. de ninguna manera".
