La Policía local recibió el 21 de diciembre de 2023 la denuncia de que un negocio de la zona, Wicked Wonderland, intentaba vender huesos humanos, por ejemplo, una costilla, una vértebra o un cráneo parcial por precios que oscilaban entre los 35 y los 600 dólares.
Los informes indican que el fragmento de cráneo o costilla probablemente sean hallazgos arqueológicos. Una muestra ósea indica que una pieza podría tener más de 100 años y otra, más de medio milenio.
Los agentes se reunieron con Schopper, la dueña de la tienda, quien afirmó que los huesos eran "modelos educativos", argumentando que su venta era legal. No obstante, la arrestaron este jueves acusada de comerciar con tejidos humanos, pero la pusieron en libertad después de que pagara una fianza de 7.500 dólares.