Internacional
El fenómeno Hello Kitty y cómo ayudó a Japón a recuperar su posición global
Fue creada en 1974, en un momento en que el país buscaba redefinirse después de su devastadora derrota en la guerra
15 de abril de 2025
Internacional.- En un mundo donde la cultura pop se convirtió en un poderoso vehículo de influencia global, Hello Kitty emerge como un símbolo inesperado de la transformación de Japón tras la Segunda Guerra Mundial.

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Según informó National Geographic, esta icónica figura de un gato con un lazo rojo no solo conquistó corazones alrededor del mundo, sino que también jugó un papel crucial en la reinvención de la imagen internacional de Japón.

Fue creada en 1974, en un momento en que Japón buscaba redefinirse después de su devastadora derrota en la guerra; Hello Kitty se convirtió en un agente de cambio cultural y diplomático.

El renacimiento cultural de Japón

De acuerdo con National Geographic, con la derrota de Japón en 1945, el país enfrentó un profundo rechazo internacional debido a su pasado imperialista. La ocupación estadounidense, que duró hasta 1952, los obligó a reconstruir su sistema político y económico.

En este contexto, el país optó por utilizar las exportaciones culturales como una herramienta estratégica para suavizar su imagen global. La estética de la “kawaii”, que se traduce aproximadamente como “lindo” o “adorable”, emergió como un elemento clave en esta estrategia de poder blando.

La creación de Hello Kitty

El medio National Geographic detalló que la creación de Hello Kitty fue obra de Yuko Shimizu, diseñadora de Sanrio Inc., una empresa japonesa que en ese entonces se especializaba en sandalias de goma adornadas con flores.

La figura de la gata blanca con un lazo en la oreja rápidamente capturó la imaginación del público, especialmente en Occidente, donde se abrieron tiendas Sanrio y se lanzaron miles de productos. Este fenómeno no solo popularizó la cultura kawaii a nivel mundial, sino que también permitió a Japón proyectar una nueva identidad nacional.

Kawaii: de subcultura a estrategia nacional

La cultura kawaii, con sus raíces en la “cultura de chicas” japonesa, se caracterizaba por una estética visual de simplicidad e inocencia infantil. Según publicó National Geographic, esta subcultura inicialmente sirvió como un espacio de empoderamiento para grupos marginados en Japón, incluyendo a activistas estudiantiles y fanáticas del shōjo en las décadas de 1960 y 1980.

Sin embargo, su atractivo emocional no pasó desapercibido para las instituciones japonesas, que vieron en ella una oportunidad lucrativa. Así, lo que comenzó como una estética de resistencia se transformó en una estrategia nacional de poder blando.



Hello Kitty como embajadora cultural

En 1983, menos de cuatro décadas después del fin de la guerra, Hello Kitty fue nombrada embajadora oficial de los niños de UNICEF en Estados Unidos, según consignó el medio National Geographic.

Para principios de los años 2000, el gobierno japonés había adoptado plenamente la cultura kawaii como una herramienta estratégica de poder blando. La iniciativa “Cool Japan” utilizó la cultura popular, incluyendo el anime, la moda y los íconos kawaii como Hello Kitty, para fortalecer los lazos entre Japón y otros países.

A su vez, Dan White, antropólogo cultural, explicó que esta estrategia se basa en la capacidad de contar historias adaptativas sobre la identidad japonesa.

La cultura de la “cuteness” en Japón

La cultura de la “cuteness” o kawaii se apoderó profundamente de la vida moderna japonesa. Por su parte, Christine Yano, autora de Pink Globalization: Hello Kitty’s Trek Across the Pacific, señaló que la cultura kawaii puede ser tanto lúdica como personal, sirviendo como una forma de autoexpresión e identidad, al tiempo que actúa como un poderoso vehículo para el branding y la diplomacia.

Según informó National Geographic, incluso el exprimer ministro Shinzo Abe utilizó la estrategia kawaii al vestirse como una versión adorable de Mario de Nintendo en los Juegos Olímpicos de Río 2016, en un intento por suavizar las críticas a sus políticas nacionalistas.

Hello Kitty, con su rostro inexpresivo y adaptable, se ha convertido en un emblema de la capacidad de Japón para reinventarse y proyectar una imagen de suavidad y amabilidad en el escenario global. Tal como publicó National Geographic, esta historia es un testimonio del poder de la cultura pop para transformar percepciones y construir puentes entre naciones.
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Infobae