Los trabajadores comenzaron entonces a retirar las sillas dispuestas junto al féretro, reservadas para los colaboradores cercanos del papa argentino y diversas autoridades, así como las vallas que delimitaban la nave central, por donde durante tres días miles de personas hicieron fila para dar su último adiós.
Desde el martes por la mañana, cuando fue trasladado el cuerpo de Francisco hasta la basílica, más de 250 mil personas acudieron al Vaticano para rendirle homenaje, según informó este viernes la Santa Sede.
Concluida la capilla ardiente, se llevará a cabo la ceremonia de cierre del féretro, un rito solemne que antecede al funeral programado para este sábado a las 10:00 hora local (08:00 GMT), al que se espera la asistencia de más de 200.000 personas.