Estas son las razones por las que la Unión Europea no importa pollo desde EE.UU.
La exportación de la proteína estadounidense hacia Europa está bloqueada desde 1997
Internacional.- La política comercial impulsada por Donald Trump desde su retorno a la presidencia de Estados Unidos (EE.UU.) ha reavivado viejas tensiones entre Washington y Bruselas. Una de ellas es la disputa en torno a la exportación de pollo estadounidense hacia Europa, esto debido a que fue bloqueada desde 1997 por diferencias profundas en los estándares de seguridad alimentaria.
De acuerdo a lo informado por algunos medios internacionales, a finales del siglo pasado, la Unión Europea (UE) y el Reino Unido vetaron la entrada de carne de aves de corral provenientes de Estados Unidos, argumentando que los métodos de producción norteamericanos no se ajustaban a las estrictas normas sanitarias del bloque.
Pese a los reclamos y esfuerzos por ajustar los procedimientos estadounidenses, la prohibición sigue vigente. El tema ha sido puesto nuevamente sobre la mesa por el gobierno de Trump en las últimas semanas. "Odian nuestra carne, porque la nuestra es hermosa y la suya débil", criticó el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick.
La Casa Blanca emitió un comunicado en el cual acusó al Reino Unido de mantener "normas no basadas en la ciencia que restringen gravemente las exportaciones estadounidenses de productos cárnicos y avícolas seguros y de alta calidad".
La respuesta europea no se ha hecho esperar. Aunque la UE ha optado por el silencio institucional, el secretario de Estado británico para Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Jonathan Reynolds, declaró que "nunca cambiaremos nuestras medidas sanitarias y zoosanitarias en alimentos. Le dejamos eso muy claro a Estados Unidos como parte de nuestro manifiesto que cubre la carne".
La raíz del conflicto radica en los métodos de control de patógenos como Salmonella y Campylobacter en la carne de pollo. Mientras Europa privilegia estrategias de prevención en la etapa de cría, como vacunaciones y aditivos naturales en los alimentos, Estados Unidos pone el foco en la desinfección tras el sacrificio.
Una de las técnica más polémica fue la del "pollo clorado", donde los animales eran rociados con soluciones de cloro para eliminar bacterias. Aunque este método ha sido prácticamente abandonado en EE.UU., su legado pesa aún en la percepción europea. Tom Super, portavoz del Consejo Nacional del Pollo de EE.UU., señala que "en la actualidad, se estima que menos del 5 % de las plantas de procesado de Estados Unidos utiliza cloro en algunos enjuagues y pulverizaciones".