Opinión.- A pesar de que un funcionario de alto rango de Estados Unidos aseguró en una conferencia telefónica con periodistas, que la «política de Estados Unidos hacia Venezuela no ha cambiado»; aclaratoria ésta que fue hecha, en respuesta a la ola de críticas que se han desatado en torno a la decisión ejecutada por el presidente de ese país, Joe Biden, de liberar a los sobrinos de Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro, a cambio de la puesta en libertad de siete ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, entre los que se incluyen cinco directivos de la empresa estadounidense Citgo, filial de la compañía estatal venezolana Pdvsa, analistas nacionales e internacionales coinciden en señalar que algo inusual está ocurriendo en materia de política internacional entre los dos países.

De lo que no cabe duda, es que la decisión de la administración Biden de intercambiar a los sobrinos de la primera Dama venezolana, por funcionarios estadounidenses, constituyó un duro golpe para las fuerzas políticas opositoras venezolanas que se nuclean en torno a la figura del llamado “interinato”, al cual representa Juan Guaidó y a quien el gobierno de Biden ni siquiera se tomó la cortesía de llamar para informarle acerca de este supuesto canje de prisioneros.

Cabe destacar que el senador Marco Rubio, un de las figuras republicanas que ha asumido una posición frontal a favor de la oposición venezolana, al ser consultado al respecto expresó: “Por hechos como éste, es que terroristas y tiranos siguen tomando a estadounidenses como rehenes, pues saben que pueden obtener algo a cambio”.

Henrique Capriles también emitió su opinión al respecto asegurando que esta acción está motivada por intereses de las partes: Estados Unidos y el gobierno de Maduro.

“Los Estados Unidos siempre defienden sus intereses, Maduro los de él y su cúpula, y nosotros los que somos el resto, millones de venezolanos, tenemos que seguir luchando por los intereses de la patria, de nuestra Venezuela, especialmente de los más olvidados”, escribió Capriles en su cuenta Twitter.

Lo cierto del caso, es que cada vez parece más evidente que independientemente a las mesas de diálogo y a la reiterada negación de los diplomáticos norteamericanos, existe un canal directo de negociaciones entre el inquilino de la Casa Blanca y el gobierno de Nicolás Maduro, lo que necesariamente nos obliga a estar muy pendientes de los acontecimientos que se desarrollarán en pleno desarrollo de ahora en adelante.

Por lo pronto, escucharé repetidas veces el tema de la orquesta de Larry Harlow, interpretado por Junior González y que en su coro dice: “no hay un solo amigo en el mundo, no”.