Jesús nos ha pedido “orar siempre y sin desfallecer”
Opinión.- Jesús nos ha pedido “orar siempre y sin desfallecer” para poder mantenernos fieles y con Fe hasta el final... hasta la muerte o hasta el final del tiempo.
Y para explicar esto nos contó una historia sobre un Juez injusto a quien una pobre viuda busca insistentemente para que le haga justicia contra su adversario. Y el juez termina accediendo (Lc 18, 1-8).
Jesús concluye su relato con una pregunta: “Cuando venga el Hijo del hombre ¿creen ustedes que encontrará Fe sobre la tierra?”
Con esta pregunta, Jesús quiere darnos indicios de que no va a haber mucha Fe para ese momento final. Es más, también nos dice que “nadie se salvaría, pero Dios acortará esos días en consideración de sus elegidos” (Mt 24, 22).
¿Qué nos indica esta advertencia? Que la Fe va a estar muy atacada por los falsos cristos y los falsos profetas que también fueron anunciados por Jesús. Y que muchos estamos a riesgo de dejar enfriar nuestra Fe.
Sabemos que por parte de Dios la salvación está dada, pues Jesucristo ya nos salvó a todos con su Vida, Pasión, Muerte y Resurrección. Pero hay una parte que es responsabilidad nuestra: mantener nuestra Fe y mantenerla hasta el final.
De allí que Jesús nos dé el remedio para fortalecer nuestra Fe: la oración perseverante y continua. Orar sin desfallecer para que nuestra Fe tampoco desfallezca.
Por eso San Alfonso María de Ligorio nos ha dejado esta frase imponente: “el que ora se salva y el que no ora se condena”.
Entonces… ¿cómo es nuestra oración? ¿Es frecuente, perseverante, sin desfallecer, como la pide el Señor para que nuestra Fe no decaiga? ¿Cómo oramos? ¿Cuánto oramos? ¿Está nuestra oración a la medida de las difíciles circunstancias que vivimos?
Y… ¿de verdad tenemos la clase de Fe que el Señor espera encontrar cuando vuelva? ¿Es una Fe que nos lleva a la esperanza de la Resurrección y la Vida Eterna o es una fe que está contando con patrañas como el mito de la re-encarnación? ¿Es una Fe segura o es una fe que duda ante las últimas novelerías, las cuales están escritas justamente para que nuestra Fe se vaya debilitando? ¿Es una Fe que confía en Dios o que confía en las fuerzas humanas? ¿Es una Fe que nos hace sentir independientes de Dios o una Fe que nos lleva a depender de Él, que es nuestro Creador y nuestro Padre?
La verdad es que, estando las cosas como están en el mundo, “¿creen ustedes que habrá Fe sobre la tierra cuando venga el Hijo del hombre?”
www.buenanueva.net
Por Isabel Vidal de Tenreiro