La errónea versión de la fundación de Valencia por Díaz Moreno viene de uno de los primeros historiadores de Venezuela, Oviedo y Baños, quien, escribe su “Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela” casi 200 años después del establecimiento de la ciudad de Valencia (entre 1705 y 1723), partiendo de unas fuentes que evidentemente estaban equivocadas o fueron mal interpretadas. Esta versión fue repetida por cientos de años, sin buscar prueba alguna que la corroborara.
Investigaciones muy posteriores, entre las que se destacan las del historiador Hermano Nectario María, quien virtualmente estuvo metido de “patas y cabeza” por muchos años en los Archivos de Indias, en Sevilla, España, nos cuentan como ocurrieron las cosas, constatado fehacientemente de las actas que se encuentran en el archivo de Sevilla.
Nuestro personaje, Vicente Díaz Pereira, llegó Borburata, en las inmediaciones de lo que luego sería Puerto Cabello en 1551. En el pueblito de Borburata pasaban toda clase de necesidades, la tierra no era la mejor para el cultivo y no tenían ganado, por lo que Díaz resuelve emprender una larga expedición hasta la isla de Margarita para comprar un lote de ganado vacuno para traerlo al pueblo. Allí adquiere un rebaño de vacas y varios caballos y entusiasma a algunos hombres para que lo acompañen. El largo viaje se hace desde la lejana Cumaná hasta el actual litoral carabobeño. El trayecto estaba poblado de infinidad de tribus hostiles con las que tuvieron que combatir por seis meses, con la muerte de varios de sus compañeros, hasta que por fin, para sorpresa de los vecinos pudieron llegar a Borburata con el ganado y sus nuevos acompañantes. De todo este periplo existen abundantes declaraciones en los expedientes de la época.
Ahora bien los terrenos de Borburata resultaron muy pobres para el desarrollo de la ganadería, y de vez en cuando eran acosados por los piratas, por lo que Vicente Díaz decide pasar al otro lado de la montaña, en las inmediaciones donde había un gran lago.
En el fértil valle que encuentra, con buen río, que siglos después llamarán “el Cabriales” y en las inmediaciones del lago que luego conoceremos como “Lago de Valencia”, Vicente Díaz establece su hato ganadero con su mujer, doña María Nieves, y sus quince muchachos y los esposos de sus hijas, a los que se van añadiendo otros vecinos de Borburata, a los cuales Don Vicente entusiasma regalándoles ganado. Con el tiempo los vecinos de Borburata atraídos por las mejores condiciones del lugar donde está ubicado Díaz terminan por abandonar el pueblo costero y congregándose alrededor del hato. Este núcleo poblacional es lo que constituirá la ciudad que se llamará Nueva Valencia del Rey.
En este poblado preexistente desde 1551 el gobernador de la provincia de Venezuela Alonso Arias de Villacinda “funda” (es decir, se le da una constitución legal, con su ayuntamiento) una ciudad a la que llamará igual que su natal (en España) Valencia de Don Juan: Nueva Valencia del Rey.
Evidencia de esto el Hermano Nectario María encontró documentos originales en los Archivos de la Real Academia de Historia de Madrid, los Archivos de Indias de Sevilla y el Archivo de la Catedral de Valencia.
A Vicente Díaz los valencianos le debemos el debido reconocimiento como fundador de nuestra ciudad. Nunca es tarde para enmendar errores y darle honor a quien honor merece.
Por Luis Heraclio Medina Canelón
M.C. de la Academia de Historia del Estado Carabobo