Opinión
Janet Yucra M
Gustavo Petro se encamina a la Casa de Nariño, pero debe hacer nuevas alianzas
19 de marzo de 2022
Los resultados de las elecciones en Colombia, del pasado domingo, ponen de manifiesto que Gustado Petro se encamina hacia la Casa de Nariño. No obstante, este camino no va a ser fácil, pues el candidato está obligado a hacer nuevas alianzas.

En esto coincidieron la analista Anahí Arismendi y Juan Carlos Tanus, director de la Asociación de Colombianos en Venezuela.

“Los resultados abren diversos escenarios para la contienda de mayo, que se mueven desde la consolidación de nuevas alianzas, montajes judiciales contra Petro, hasta el fantasma siempre latente en la historia colombiana del magnicidio”, afirmó Tanus.
Por su parte, Arismendi señala que los resultados electorales “ratificaron la movilización social que se mantiene en Colombia desde el llamado Paro Nacional en el 2021, que obligó a Naciones Unidas a convocar al gobierno de (Iván) Duque a garantizar la justicia y reparación a las víctimas de las protestas”.

A ello se suma un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos alertando sobre el uso excesivo de las fuerzas policiales contra las manifestaciones públicas.

En consecuencia, “una revolución territorial se expresó en esta jornada de consulta”, dijo la analista.

Cabe recordar que, en las elecciones para el Poder legislativo, Pacto Histórico obtuvo 25 de los 188 escaños por circunscripción electoral de la Cámara de Representantes y se convirtió en la mayor bancada del Senado, relegando al uribismo al quinto lugar de representación.

“La lista cerrada de Petro fue un mensaje convincente de unidad política al país y sectores no tradicionales. El voto de este domingo es un voto de las regiones. De un país nacional que no está esperando que otro país político resuelva sus problemas, sino que ese está empoderando en términos de lo electoral para ello”, dijo Tanus, por su lado.

No obstante, considera que “Petro tienen que fortalecer su marco de alianzas para garantizar una votación contundente, que pueda vencer los intentos de fraude que desde el gobierno se deben estar fraguando”.

Sostiene que Petro “consiguió captar sectores empresariales y conservadores que aspiran un repunte económico y que se normalice el comercio fronterizo con Venezuela”.
A su juicio, este hecho “trajo como consecuencia un incremento del voto progresista en territorios fronterizos como Cúcuta y el norte de Santander”. Todo, pese a las denuncias de irregularidades cometidas contra los electores en la Registraduría Nacional.


“El uribismo no se ha acabado, pero hay un debilitamiento cierto, palpable, de esta estructura, de esa política criminal y fascista, que hoy se ve obligado a negociar con factores como el Partido Liberal, el Partido Conservador, entre otros. Un sector del uribismo se ha dado cuenta que no ha avanzado en estos 20 años y que hace falta un cambio en la política con los países vecinos”, aseveró Tanus.

El papel de Colombia

Asimismo, Arismendi recuerda “el papel de Colombia en la región, por su alineación con los intereses de Washington y la OTAN”, lo cual “genera expectativas en países vecinos y aliados de Estados Unidos”.

Cree que “un triunfo de las fuerzas progresistas que apuesten por la paz regional deberá enfrentar el hecho de que en ese país hay 7 bases militares y se estima que más de 300 centros de formación de mercenarios para la tercerización de la guerra”.

Agrega que “Colombia es socio global de la organización del tratado del Atlántico Norte desde 2017 y un aliado estratégico extra- OTAN, un estatus que el gobierno de Joe Biden definió como de mayores privilegios económicos y de defensa”.

La analista recuerda que “los aliados extras del bloque pueden acceder a material bélico estadounidense recibir préstamos para equipos y materiales de investigación privilegios en trámites de compra de tecnología espacial y participar en proyectos cooperativos con el departamento de Estado de Estados Unidos”.

Lo que puede venir

De otro lado, Juan Carlos Tanus alerta sobre situaciones que pueden estarse diseñando para frenar la participación electoral de Petro.
 
Señala como una posibilidad “la elaboración de un falso positivo y un expediente judicial que lo inhabilite. La judicialización y criminalización del liderazgo político no es una práctica nueva ni en este país ni en la región, tal como fue el caso de Lula Da Silva y Rafael Correa”, entre otros.

Recuerda que, desde el asesinato del líder del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán en 1948, el fantasma del magnicidio contra toda figura política progresista con opción presidencial en Colombia está presente. Tanus advierte que “no se puede descartar este escenario como una acción orientada a impedir la llegada de Petro a la Presidencia”.

Por Janet Yucra M

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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde