Opinión
Luis Heraclio Medina Canelón
La esclavitud prehispánica
22 de marzo de 2022
Los propagadores de la llamada “leyenda negra” de la conquista han querido hacer ver que estas tierras de lo que se ha llamado “el nuevo mundo” antes de que llegaran los conquistadores eran el paraíso terrenal, un lugar de armonía, paz, libertad y progreso, el hogar del “buen salvaje” donde no se conocían la guerra, la violencia o la esclavitud, y todos eran inocentes y felices; pero nada más alejado de la realidad, ya que lo que ahora llamamos América era una tierra de caos, en guerras de invasión, exterminio y genocidios permanentes y con la esclavitud campeando de norte a sur. Los propagadores de la mentira y del engaño quieren insertar en la mente de los que no conocen la historia que la esclavitud fue traída por los conquistadores, cuando lo cierto es que los diversos pueblos indígenas la habían practicado desde tiempos inmemoriales.
 
Tenemos diversas fuentes que nos hablan de la esclavitud americana antes de 1492, tanto escritos por conquistadores, mestizos y misioneros contemporáneos con el descubrimiento, que conocieron directamente las realidades de los pueblos indígenas, como los propios registros indígenas, los llamados “lienzos” y “codex” que eran como “comics” o “muñequitos” dibujados en cueros o ciertos tipos de papeles vegetales, con los que por medio de dibujos relataban su historia. Muchos de estos han sobrevivido al tiempo.
 
Mexicas, Tlaxaltecas y Totonacas

Empezando por el norte, los distintos pueblos de lo que hoy es México, los mexicas o aztecas, y sus acérrimos enemigos, los tlaxcaltecas y los totonacas tenían esclavos, traficaban con esclavos y esclavizaban a sus enemigos. Particularmente los mexicas solían invadir a los pueblos vecinos para obtener esclavos para el trabajo y víctimas para ser sacrificadas y luego ser comidos.
 
El personaje histórico femenino más importante de la época de la conquista fue precisamente una esclava: Malinche, llamada también Malintzin o doña Marina, la amante y traductora de Hernán Cortés. Había sido una esclava, vendida y revendida entre diversas tribus, hasta que finalmente logró la libertad, luego de que sus dueños la regalaron junto a otras esclavas a Cortés, quien la hizo su mujer y la sacó de la esclavitud, le regaló tierras y le dio estatus de “doña”.
Los aztecas, como es sabido de todos, sacrificaban a gran cantidad de personas en sus rituales paganos, muchos de ellos eran prisioneros de guerra, pero también compraban esclavos especialmente para el sacrificio. A la hora de ser sacrificados no se salvaban ni mujeres ni niños.
Como en los territorios de los aztecas, los mayas también hacían sacrificios. Cuando llegaba la ocasión, compraban esclavos que pagaban entre varias personas y los sacrificaban a los dioses.

Arawacos y Caribes

Siguiendo más al sur, llegamos a nuestra región del Caribe, habitada básicamente por dos grupos indígenas: los caribes, y los arawacos, establecidos con anterioridad.
 
Los estudiosos de las sociedades precolombinas sostienen que en lo que hoy es Venezuela los achaguas, que vivían en la región de los llanos, referidos por primera vez por el welser Nicolás Federman guerreaban con sus vecinos para capturar mujeres y niños y tenerlos como esclavos, los arawacos en el oriente del país capturaban a sus enemigos caribes para esclavizarlos y comercializarlos con otras tribus.

En cuanto a los pueblos de habla caribe tenemos que las distintas tribus de este dialecto que habitaban por toda la eran célebres por practicar el canibalismo y esclavizar y comercializar a sus vecinos.
  
Los Incas

Mas al sur todavía encontramos la esclavitud en el imperio inca. El imperio incaico era la forma más absoluta de gobierno y teocracia. El inca era considerado descendiente del sol y dueño de absolutamente cualquier cosa, todo lo que había bajo el Sol le pertenecía; era una cosa conocida que tenía que ser aceptada por todos. Era un ser divino, absolutamente todo: la tierra, el país, el oro, la plata, los animales, la gente, especialmente todas las mujeres, le pertenecían. Todos sus súbditos tenían que trabajar para él, todos tenían que darle parte de lo que producían. El absolutismo europeo palidecía ante lo absoluto del emperador Inca, a tal punto que sus vasallos no tenían el derecho de mirarle a los ojos, so pena de ser castigados con la muerte. La peculiar forma de esclavismo rotativo que existía en el mundo inca era la llamada “mita”: era obligatorio que todos los varones a partir de los 15 años prestaran su trabajo no remunerado para lo que el Inca dispusiera. La mita no era una esclavitud permanente, era una obligación rotativa, pero si era obligatorio para todos los súbditos, que lo tenían que prestar sin ninguna remuneración, generalmente en duras labores de minería o construcción de obras públicas. Cada comunidad estaba obligada a aportar un número proporcional de estos “mitayos”.

Pero en la parte sur del subcontinente no sólo fueron los Incas, también en la región de la costa pacífica del Perú, antes de ser conquistados por el imperio inca, cerca del año 1400, hubo otra cultura, los Chimú, que también practicaban la esclavitud y sacrificaban esclavos, especialmente niños. Recientemente se encontró dos lugares con los cuerpos de unos 350 niños entre 5 y 15 años asesinados ofrecidos a sus deidades por los chimús, a quienes habían apuñalado en el pecho, según se evidencia de los estudios de antropología forense.
 
Esa es la realidad histórica del esclavismo en el continente americano mucho antes de que llegaron los españoles. Los conquistadores no trajeron nada nuevo. Así, que cuando le digan que fueron los conquistadores quienes trajeron la esclavitud a América, mándelos a…leer historia.

Por Luis Heraclio Medina Canelón  

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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde