Opinión
Luis Heraclio Medina Canelón
HISTORIA, IDENTIDAD CULTURAL Y TRADICIÓN
2 de abril de 2022
Esta columna está cumpliendo su primer año. En un país donde siempre ha imperado la improvisación y la falta de continuidad celebramos la permanencia de esta ventanita para la difusión de la historia y la afirmación de nuestra identidad cultural.
 
Cuando hablamos de identidad cultural nos referimos a ese conjunto de cosas materiales e inmateriales que cohesionan o unen a un grupo social. Comprende los valores, costumbres, tradiciones, símbolos o creencias que hace que nos identifiquemos con otros y que los consideremos de nuestro mismo grupo, de nuestra misma ciudad o comunidad. Es el sentido de pertenencia a un grupo social y que nos diferencia de otros.
Cuando no hay sentido de pertenencia viene el abandono y la falta de arraigo.
 
Las tradiciones son un elemento fundamental de la identidad cultural. La tradición es la transmisión DE GENERACIÓN A GENERACIÓN de un rito, una costumbre, un arte, etc. Por definición tradición indica una larga transmisión en el tiempo. Por lo tanto la tradición está formada por nuestro origen, nuestra esencia.
 
El primer elemento de la identidad de una persona, de una cosa o de una institución es SU NOMBRE.

El nombre es en sí una tradición: viene dado por sus creadores (padres o fundadores). El nombre ya define tu historia, por eso es importante preservar los nombres. Es UN VINCULO con alguien o algo.

Las instituciones y las cosas tienen un nombre que las vinculan con la sociedad, con el pasado y con sus fundadores. Ese nombre les da pertenencia a la sociedad donde existen. Por eso es importante mantener sus nombres tradicionales. Cambiarlo es como cambiarle el nombre a un adulto.
 
Pero parece que hay intenciones de destruir las tradiciones y por lo tanto la identidad cultural, quieren destruir la memoria colectiva.
 
Si Ud. lee las crónicas de Valencia va a encontrar nombres como Puente Morillo, Cine Imperio, edificio de la universidad, Club Centro de Amigos, la casa de los Gobernadores, la capilla de Camoruco, el Parque de los Enanitos, que han sufrido el DESPOJO de sus nombres tradicionales.



Tenemos casos históricos como el Puente Morillo, que se le trató de cambiar el nombre dos veces: Restaurador y Patriotas.
 
El cine Imperio que fue invadido u ocupado y le pusieron unas siglas que no significan nada para nadie.

La Casa de los Gobernadores o casa de OBE. Tiene su historia. Tanto de la época gomecista como la época universitaria. Pero ningún arraigo tiene en Valencia la memoria de un ilustre ciudadano del mundo como lo fue Mandela, cuyo nombre le acaban de poner a esa casa.

El edificio de la universidad frente a la Plaza Sucre, también conocido como facultad de derecho le han puesto un nombre larguísimo que no significa nada para nadie y es casi imposible de recordar.
 
La capilla de Camoruco, capilla de la Inmaculada construida con donación del terreno por parte de una dama de Camoruco Viejo y edificada con los aportes de la comunidad poco a poco, gentes que no conocen de nuestras tradiciones le cambiaron el nombre por “capilla de los italianos”.
 
La casona frente a la Plaza Bolívar, en el bulevar este, fue conocida por unas 3 ó 4 generaciones como “CLUB CENTRO DE AMIGOS”.

 Independientemente del fin que se le esté dando actualmente, ese es el nombre con el que LA TRADICIÓN, lo han conocido los valencianos. ¿qué significan las siglas CAVAM para los valencianos? ¿Qué raigambre tiene entre nosotros? Más aún cuando nuestros más importantes artistas plásticos como Michelena o Herrera Toro no tienen en su ciudad natal un museo.

El escudo de nuestra ciudad, la Nuestra Señora de la Anunciación de la Nueva Valencia del Rey es otro despojo injustificable. A diferencia de Tenochticlan o Cuzco, donde había ciudades antes de la llegada de los conquistadores, aquí en Valencia antes no había nada. Esta es una ciudad creada desde cero por conquistadores y este fue el nombre que le dieron sus padres fundadores y aquel fue su escudo desde siglos atrás. El escudo de una ciudad no es un logotipo comercial que se puede cambiar de acuerdo a los gustos del mercado.

Todos estos despojos de identidad no parecen una mera casualidad. Mas bien creo que obedecen a una intención de destruir nuestro legado. Destruir nuestra tradición es destruir nuestra cultura, nuestra identidad.
 
Levantémonos contra los despojos. Esa es mi proposición para mi ciudad y para nuestro legado cultural. (Luis Heraclio Medina Canelón)
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde