Opinión
La salud también se construye
Diversos autores han afirmado que una vida equilibrada es clave para que las personas puedan gozar de una vida plena
16 de diciembre de 2023
Opinión.- La mente y el cuerpo están íntimamente unidos y desempeñan una poderosa influencia sobre nuestra vida y nuestro bienestar. Afortunadamente, nuestro organismo dispone de un potencial bioquímico, un laboratorio interior capaz de producir sustancias que favorecen el sistema inmunológico y que se pueden aprovechar en beneficio propio.

Por eso es tan importante construir salud con las herramientas personales de las que disponemos. Las emociones son una de estas herramientas fundamentales Stella Maris, tanatóloga, terapeuta biopsicosocial, lo expone muy bien en su libro “El Laboratorio del Alma”, donde explica que es posible cambiar nuestra biología ante la enfermedad y resignificar la propia vida. Veamos algunos de los pasajes más interesantes de esta obra.

En cuanto a las herramientas disponibles en nuestro “laboratorio del alma”, señala: “Crear salud es lo más importante, pero, a veces, el estilo de vida que llevamos no ayuda a construir salud, sino que la va destruyendo poco a poco. Y no nos damos cuenta hasta que aparece una situación grave. Cuando esto ocurre nuestra actitud resulta vital para poder superar cualquier reto, contratiempo o enfermedad. Cada persona tiene herramientas para crear salud. Entre las que se cuentan: gestionar las emociones y actividades como la meditación o la relajación, que le permiten conectar con su faceta espiritual. Las emociones positivas ayudan a construir salud”.

Está demostrado científicamente que hay estados emocionales negativos que se corresponden con estados fisiológicos que, mantenidos permanentemente, rompen el equilibrio. Equilibrio es la palabra más sagrada que tiene el ser humano para sentirse bien. No sabemos gozar de lo que nos rodea, de lo que nos regala la vida porque, a menudo, la mente nos asalta con dudas o preocupaciones. Y todo lo que pensamos y sentimos va entretejiendo la salud actual y también la futura.

Es por ello que la angustia, el miedo, la rabia contenida, cada una de las emociones mal vividas fabrican su propia bioquímica y pueden ser tóxicas y depresoras del sistema inmunológico. Este responde a señales internas y externas y a otros sistemas como el endocrino y el nervioso. Por tanto, no es la situación o el hecho vivido en sí, sino la forma en que la que afrontamos una situación emocional lo que permite producir cambios significativos en la respuesta inmune. No es lo que nos pasa sino cómo lo vivimos lo que acaba metabolizándose en nuestro organismo.

Lo verdaderamente sorprendente y milagroso es que nuestro sistema inmunológico, ante cualquier adversidad o una enfermedad grave, sigue estando allí para cooperar en nuestro proceso de recuperación. Tiene la capacidad de generar nuestros propios medicamentos endógenos para curarnos o mejor aún para preservar nuestra salud. Solo tenemos que saber cómo ayudarlo.
Sigue la información minuto a minuto en nuestro Telegram Instagram Facebook Twitter ¡La noticia en tus manos!
VÍA NT
FUENTE Arnaldo Rojas