Columna Estudiantil: La Unerg y los futuros posibles
Al emprender el estudio formal de la Comunicación Social, hay, para mí, un ajuste de cuentas con el pasado, un reto presente y un sueño de letras futuras
Opinión.- Bitácora de vuelo De Palo Negro a San Juan de Los Morros, 7:30 a. m.
Tuve la estúpida sensación de que mi acto de salir de casa cambiaría el mundo (aunque debe haber algo de verdad en esto). De pronto olvidé el hambre, la economía, el trabajo, la oposición, el oficialismo, la tasa del BCV o el paralelo, las carencias, “los lujos”. De pronto no había más que hierba, cielo y viento.
A su vez, un vacío, una especie de nada absoluta, sin llegar a ser inquietante. Por el contrario, reconfortaba. Curioso: el viaje se siente como el primero y el último. Nacer y morir. Encontrar y perder. Me cuesta leer a Héctor Torres: el paisaje itinerante acapara toda la atención.
Al llegar, un desconocido, de pie en el andén, espera con expresión de satisfacción inminente, como si el propósito de su vida estuviera por cumplirse. Lo vi antes en el mismo autobús donde yo viajaba. Toma el siguiente carro allí, dijo. Te esperé para avisarte. Sonrió, me palmeó en el hombro con una confianza de años de amistad y siguió su camino.
El resto del viaje lo dominó la vista de Los Morros en su inamovible majestad, recortados contra un cielo a veces turbio, otras despejado, como augurio incierto de futuros posibles.
Un viejo ajuste de cuentas
Un día lejano, en medio de un arrebato literario, me presenté en el diario El Periodiquito. Sin más credenciales que un par de cuentos publicados, solicité un trabajo de periodista. Pensé que de esta manera conseguiría disciplina en el oficio de escritor. Pero no corrí -si se me permite la comparación- con la misma suerte de Hemingway y García Márquez y fui, como era de esperarse, rechazado -con amabilidad, hay que decirlo, o más bien perplejidad por parte de mi interlocutor, el periodista y poeta guariqueño Alberto Hernández- por no poseer un título académico.
Hoy, al emprender el estudio formal de la Comunicación Social, hay, para mí, un ajuste de cuentas con el pasado, un reto presente y un sueño de letras futuras. Una tentativa de narrar la realidad y la ficción, un acercamiento a las historias que se suceden a diario, sin solución de continuidad a nuestro alrededor. Hoy, sin duda, es un día para reescribir la historia.
Yeimys Javier Martínez Llerena, estudiante del cuarto semestre de Comunicación Social en la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (Unerg), sede San Juan de Los Morros.