La globalización de la información y las tecnologías ha dado - en el lado oscuro de las fuerzas - pie al incremento de este delito
Opinión.- Esta nueva modalidad de delincuencia, es ahora, la moda de estos tiempos, por lo que hay que prepararse para ello y así evitar, si es que todavía no ha sido víctima, caer en sus redes.
En el seno de la subcomisión de Innovación de la Comisión Permanente de Educación, Salud, Ciencia, Tecnología e Innovación - una de las subcomisiones que más se reúne y produce papel de trabajo- recibimos a los coordinadores de investigaciones de Delitos Informáticos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística - CICPC - , los cuales nos hicieron una presentación detallada del estatus actual de este tipo de crimen cibernético.
La globalización de la información y las tecnologías ha dado - en el lado oscuro de las fuerzas - pie al incremento de este delito, permitiendo que inescrupulosamente delincuentes se hagan de la información personal de miles de usuarios, que son sorprendidos en su buena fe, suministrando nombre de usuario y contraseña, para ser usado por el crimen cibernético y obtener beneficios al margen de la ley.
Es frecuente encontrarse en Internet, enlaces o link fraudulentos, que fingen ser de instituciones bancarias, y que te invitan a entrar en él para que una vez dentro de la página maliciosa, solicitarle a la víctima información valiosa sobre su cuenta bancaria, y así vaciar todo el dinero, el cual es inmediatamente cambiado a critptomonedas, no dejando huella en el ciberespacio.
También se hacen ofertas para ganar dinero fácil, quizás una modalidad atractiva para incautos, que hacen caer en la trampa.
Otras víctimas son nuestros niños, víctimas de los llamados Groomer, que es un ciberacosador, que a través del engaño, la manipulación, y las nuevas tecnologías logran atraer la atención de nuestros niños, niñas y adolescentes. Usan chat, redes sociales o foros para cometer sus fechorías. Groomer viene de la palabra Groom, que significa acicalar. Son acciones que emprende un adulto utilizando las redes sociales o los portales web para captar menores de edad, obtener información y abusar de ellos sexualmente o someterlos a chantaje.
Esta vandálica acción tiene varias etapas, como lo explicaron nuestros funcionarios del CICPC, a saber: búsqueda de la víctima, enganche, fidelización, aislamiento, seducción, y finalmente el acoso.
Indudablemente, se hace necesario estar más atentos de nuestros hijos, prestarles el debido cuidado y vigilancia cuando se sumergen en la computadora o en sus celulares. Hay que darles la información y educarlos para que no lleguen a ser víctima de los “Groomer”.
Hablamos también del “Metaverso” y la posibilidad de que, a través de él, se cometan delitos, como la violación, que aunque no dejan huellas físicas en las personas víctimas de este peculiar delito, pueden dejar efectos psicológicos tan fuertes, como sí el hecho hubiese ocurrido en la vida real.
Es la era de la tecnología y de todas aquellas cosas buenas que podemos alcanzar. Pero también junto a ella ha llegado el ciberacoso, y la maldad cibernética.
Entre las conclusiones de esta reunión, que esperamos no sea la última, se planteó la necesidad de revisar y reformar la Ley de Delitos Informáticos que ya data desde el año 2001. Actualizarla a nuestros tiempos, e inclusive plantear sus reformas cada cierto tiempo prudente, ya que el desarrollo tecnológico vuela a la velocidad de la luz. Otro aspecto interesante es la necesidad no solamente educar, sino de formar en seguridad cibernética, para hacerle frente al ciberdelito. Mejorar la infraestructura de vigilancia y monitoreo de estas acciones en las sedes de nuestras policías. También planteamos la necesidad de considerar el ciberdelito , como un delito mayor, el cual debería recibir las sanciones más drásticas por parte del estado venezolano, para inhibir o disminuir su práctica.
Esperamos poder estar preparando pronto el borrador del proyecto de reforma de La Ley de Delitos Informáticos, y así ponernos al día para prevenir, y castigar los delitos del ciberespacio.
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