Opinión
Rubén Limas: Necrosis Avascular y COVID
Es conocida por sus siglas NAV, también conocida como osteonecrosis, necrosis atraumática y necrosis isquémica
1 de junio de 2024
Opinión.- Seguiremos recogiendo por algún tiempo más complicaciones post pandemia. Son muchas las secuelas posterior a la infección por este virus, a saber: Síntomas generales, como fatiga y fiebre, síntomas respiratorios, como dificultad para respirar y tos, afecciones cardíacos, como dolor torácico, palpitaciones, taquicardias; síntomas neurológicos como dificultad para pensar y concentrarse (“niebla cerebral”) dolores de cabeza y problemas para dormir. Problemas digestivos como diarrea y dolor estomacal. Y quizás uno con los que más hemos lidiado, son las afecciones músculo esqueléticas.

La Necrosis Avascular de la Cabeza Femoral es una afección asociada al virus de la pandemia; los mecanismos involucrados pudieran ser las altas dosis de esteroides que recibió el paciente durante su padecimiento, o el propio virus por su capacidad de producir micro émbolos que viajan a las pequeñas arterias del cuello y la cabeza femoral, obstruyendo el flujo sanguíneo y provocando la necrosis ósea.

Es conocida por sus siglas NAV, también conocida como osteonecrosis, necrosis atraumática y necrosis isquémica, es un proceso patológico asociado a múltiples condiciones clínicas, que produce degeneración ósea, secundaria a la muerte del componente celular del hueso por isquemia subcondral. Pero en este caso asociado con el virus.

Se caracteriza por un flujo sanguíneo local disminuido, muerte de osteocitos y de médula ósea, que provoca una destrucción progresiva de la arquitectura ósea, fracturas subcondrales, dolor de cadera insidioso y finalmente, pérdida de función articular con colapso de cabeza femoral.

La manifestación clínica de esta enfermedad es el dolor en la región inguinal (la cadera) del paciente. Y por lo común ahora lo estamos viendo en pacientes jóvenes, que tienen como denominador común haber tenido uno o varios episodios de Covid asociado con alta dosis de esteroides. Es importante que es muy común señalar al dolor de región lumbar como el dolor de la cadera, y no es así. Cuando a usted le duele la cadera, le duele adelante en la región inguinal.

Antes de la aparición de la pandemia del Covid, la prevalencia real de esta enfermedad aún era desconocida. “Se estimaba que existían entre 300 mil y 600 mil personas en el mundo con esta afección. Puede presentarse a cualquier edad, en aproximadamente el 75% de los pacientes tienen entre 30 y 60 años, siendo la edad de presentación promedio a los 36 años. La prevalencia es mayor en hombres que en mujeres, y también se presenta una alta prevalencia de enfermedad bilateral” (es decir ambas caderas).

No estoy seguro que podamos llegar a conocer a ciencia cierta la prevalencia actual de esta patología asociada con el Covid. Pero lo cierto es que cada vez más casos estamos viendo y operando; generalmente llegan a nuestra consulta con estado avanzado de la enfermedad, cuando está ya ha destruido la articulación de la cadera.

Recuerde, el dolor de cadera es el síntoma de presentación más común, sin embargo, una pequeña proporción de pacientes pueden ser asintomáticos (no presentar ningún síntoma).

El dolor en la ingle es el más común, el paciente lo señala con su mano abierta en forma de “C”, seguido del dolor en muslos y glúteos. Siempre señalamos evaluar la cadera en aquellos casos que consultan solo por dolor en la rodilla; en traumatología hay una máxima “la cadera llora por la rodilla”. Son muchos los pacientes que se han operado de las rodillas, cuando su verdadera afección estaba en la cadera.

El dolor suele exacerbarse con el peso y el movimiento articular. Puede haber dolor en reposo, y esto ocurre en dos tercios de los pacientes y el dolor nocturno en un tercio. En los pacientes asintomáticos, el diagnóstico suele ser casual, inesperado, detectado por la realización de otros estudios.

Para prevenir el colapso del hueso y la posterior necesidad de un reemplazo articular, debemos realizar un diagnóstico temprano. Debido a que la mayoría de pacientes se presentan ya en etapa crónica, o tardía; un curso tardío de la enfermedad es fatal para la cadera. Sí llega a nuestra consulta un paciente joven con dolor de cadera y antecedentes de Covid, debemos sospechar de la enfermedad.

La radiografía simple de las caderas, la tomografía computarizada y/o la resonancia magnética, nos pueden orientar en la sospecha de nuestro diagnóstico. Sí usted presenta alguno de estos síntomas de los que hemos hablado aquí, acuda a su médico para la orientación debida.

Instagram: @ruben_limas

X Y Facebook: @rubenlimas

Tik ToK : @rubenlimast
Sigue la información minuto a minuto en nuestro Telegram Instagram Facebook Twitter ¡La noticia en tus manos!
VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde