Pero el Juez bueno de los cielos ya está al tanto y viene la respuesta. Solo espera
Opinión.- En Lucas, en su capítulo 18 se encuentra una parábola que nos refleja la perseverancia, de una viuda, la poca o nula atención de un juez hacia la petición de la mujer sola que solo pedía justicia.
El autor del evangelio, el doctor, Lucas, dice que había en una ciudad un juez que no temía a Dios, ( no lo reverenciaba, le importaba nada la omnisciencia y existencia de su persona divina), mucho menos respetaba a hombres. Querida audiencia, esto nos indica que este hombre tenía un corazón ajeno a la misericordia por el semejante. Pero resulta que en esa misma ciudad también había una viuda que pedía a este juez injusto, le hiciera justicia de su adversario.
Nótese, pareciera que siempre se dan cosas como estas, que en una ciudad se encuentran tarde o temprano las dos caras del vivir citadino. Una cara recia sin piedad alguna y la otra desvalida presencia de alguien. Siempre da la sensación que el poder manifiesto de cualquier forma es la que predominará en los casos, sin embargo, la viuda demostró que no es así.
La viuda, que no tenía influencia alguna, padrino, sin palanca o apoyo, sin apellido; desprovista de toda fuerza en todos los sentidos, sin embargo, en ella había un torrente de perseverancia en la petición. Esto demuestra que la constancia en la oración debe ir in crescendo, lejos de bajarle intensidad a la oración, a la súplica, debe aumentarse, porque por medio de este vehículo infalible,. lograrás el objetivo, vencer al enemigo.
La perseverancia de la viuda, hizo que la actitud egoísta del juez menguara, logró que finalmente el letrado injusto se sujetara y doblegara ante el poder evidente de la viuda persistente. La viuda solo tenía algo a su favor, la constancia, que finalmente se le traduciría a ella en fe y en una saboreada esperanza. Nosotros debemos luchar montado sobre la constancia, no desmayar, aunque en la primera vuelta, nos traten con indiferencia, egoísmo, como si no existiéramos, luchando en oración conquistaremos, haremos que lo malo se nos convierta en algo gratificante.
El juez injusto, ya viéndose rodeado por el rostro de la viuda, que seguramente la veía a cada rato y en todos los rincones del recinto justiciero o de su oficina, optó por reflexionar y entender que la insistencia de la demandante tenía que atenderse, también este juez injusto no quería que ella viniera continuamente, le era molesta y no quería que su paciencia se le agotara, y dijo "le haré justicia". La reacción del juez sin temor a Dios, fue debido a la fe y a la decisión de la viuda de ver a su adversario vencido. Hay que luchar hombre y mujer que Lee este artículo, no importa que tu constancia, insistencia porque se te haga justicia incomode al que se supone debe administrarla con decoro y deseo de ver la satisfacción del semejante, es vinculante a la verdad el ser justo e ir de la mano a todo lo que es orden, disciplina y amor al prójimo.
Si el juez injusto finalmente fue vencido por una viuda sin ayuda, ni nadie que le diera un auxilio de ningún tipo. Cuánto más Dios creador de los cielos y la tierra que es bueno y justo. Él no tardará ni te tratará con desdén, ni te hará sentir vergüenza, no te hará sentir que lo estás incomodando, al contrario, te hará tener confianza, te crecerá la fe. Si el juez injusto se vió llamado a la introspección, el Dios de los cielos es tan bueno que tú aún no has hecho una oración o una petición, cuando su amor se hace presente en tu vida respondiéndote tus deseos quitando de tu camino cualquier adversario.
Como la viuda, que perseveró en súplica, así debemos ser siempre. No desmayar, sino vencer en oración. No importa que te encuentres un juez injusto como lo refleja el capítulo 18 de Lucas, lo que importa es que perseveres en oracion y nuestro Padre celestial inclinará sus oídos para responder. Se debe seguir orando para que el enemigo ya no sea un problema. Este enemigo es tipo de todo lo que se opone a lo bueno, a que tengas salud, el adversario es la enfermedad, un retraso, una injusticia, un chisme, la envidia, la corrupción en todos los niveles.
Como la viuda que perseveró, así debemos ser todos los venezolanos, orar con insistencia hasta que haya justicia en la nación, hasta que se vaya el adversario que tanto daños a hecho. Orar para que Venezuela ondee su bandera con verdadera paz y prosperidad y tengamos finalmente la tierra deseada. Venezuela necesita de nuestra insistencia, necesita que se levanten más hombres y mujeres para interceder y pedir al Juez Dios y bueno que haga su voluntad perfecta en la nación y sea Él que confronte a ese adversario que golpeó las arcas del Estado.
Dios es bueno. Ya viene la respuesta y justicia para la viuda, que, representa a ese trabajador humilde que le están haciendo la vida difícil en ese trabajo, la viuda representa la persecución a tus ideas, a tu fe, a tus talentos, desprecio a ese hombre y mujer de a pie. Pero el Juez bueno de los cielos ya está al tanto y viene la respuesta. Solo espera.
Sí se puede amigo lector (a), es por aquí la plaza pública comunicacional!.
Por Lister Monteverde
Correo: monteverdelister@gmail.com