Laura Antillano: La ausencia del doctor José Luis Maldonado
La inolvidable imagen de su digna presencia merecería honores especiales, en la siembra inolvidable de su conducta como profesional y como ser humano intachable
Opinión.- Acabamos de recibir la noticia del fallecimiento del Doctor José Luis Maldonado, en Valencia, y si alguna circunstancia nos resulta dolorosa a carta cabal es esa.
Conocimos al Doctor Maldonado y siempre reconocimos en él la presencia en términos de excelencia, de lo que un profesional de la medicina debe constituir, en un ejercicio del día a día en términos de absoluta dedicación a su oficio, en entrega absoluta, sin reservas, ni aún las naturalmente correspondientes.
Su amabilidad y buen sentido del humor, completaban la conducta de un ser humano especial, siempre cercano a sus pacientes, en la consideración de su tarea profesional como una ley de vida.
El doctor Maldonado inclusive asumió los términos de su enfermedad con una serenidad asombrosa, y en la cercanía de su hermosa familia siempre le vimos mantener una conducta firme, consecuente con su seriedad frente a las responsabilidades, en un clima de buen humor, definitivamente poco frecuente dadas las circunstancias.
Pensamos que el dolor que produce su ausencia será, es, profundo para todos los que le conocimos, personalmente y en su ejercicio médico, dado el hecho de encontrarnos con una persona con una conducta definitivamente diferente en términos generales.
La inolvidable imagen de su digna presencia merecería honores especiales, en la siembra inolvidable de su conducta como profesional y como ser humano intachable.
Para el estado Carabobo, para el país y para todos los que le conocimos, su ausencia será dolorosa, y en compensación merecería el que su nombre sea asignado a alguna institución de valía relativa al oficio que ejerció, con tanto amor y dedicación.
Por Laura Antillano