Opinión
SINSECRETOSCB: Pitágoras, sus racionales números y el contundente revolcón
La lectura nos permite encontrarnos con uno de los más prolíficos filósofos helénicos
10 de julio de 2024
Opinión.- El padre de las matemáticas. La lectura nos permite encontrarnos con uno de los más prolíficos filósofos helénicos, el mítico Pitágoras de Samos. Las líneas de los textos nos describen que logró transformarse en uno de los más importantes pensadores de la antigua Grecia. Pitágoras, el de Samos, proporcionó notables aportes en medulares áreas como las matemáticas y astronomía, con tan alta repercusión que llegó a ser conocido, por sus incansables lides aritméticas, como el primer matemático puro. Su legado, al parecer sigue intacto y sirven de blindado soporte a la civilización actual. El generoso y brillante Pitágoras nos dejó, en una suerte de invaluable herencia, las tablas de multiplicar, aquel emblemático teorema que lleva su propio nombre, pero sobre todo la existencia de los números racionales. Por ello este breve pero sentido reconocimiento a Pitágoras, el filósofo místico de los números que fervorosamente llegó a creer en el poder de las matemáticas para entender el universo. Y es que hay que estar colmado de racionalidad y tener básico conocimiento de los números para lograr entender las innumerables teorías o teoremas confeccionados por una improvisada oposición para tratar de ofertar la remota y hasta utópica idea de un triunfo en los venideros comicios presidenciales, regidos por nuestro incuestionable Consejo Nacional Electoral. Una de las trilladas teorías, siempre con el incansable objetivo de estafar a sus agotados seguidores, surgió cuando llegaron a asegurar que millones de electores, iban a ejercer su derecho al sufragio, desde el exterior, este próximo e histórico 28 de julio. Por ello recurrimos a las diferentes resoluciones emanadas, este mismo año, por nuestro máximo órgano comicial donde nos indica que el Registro Electoral alcanza la cantidad de 21.620.705 electores. Y allí, precisamente allí encontrarnos con el ardid o la treta de la oposición, ya que pudimos descubrir que el voto en el extranjero, más allá de nuestras fronteras en vez de aumentar, sufrió una notable merma al pasar de 107.591 (Referéndum 2023) a 69.211 electores inscritos, que en definitiva son los que podrán ejercer el sagrado derecho del voto el próximo 28J, fecha de una verdadera fiesta o jornada cívica. Pero estos racionales números proporcionados por nuestro CNE nos otorga los alegatos para cuestionar aquel fraudulento evento que llegaron a denominar como “Primarias”, donde la inexistente estructura partidista “Vente” llegaba a proclamar que 217 mil venezolanos en el exterior, no solo se habían validado, sino que habían acudido tempranamente a votar, es decir que según básica ecuación, aproximadamente 150 mil electores se les olvidó formalizar su inscripción para participar en los venideros comicios donde se producirá la segura reelección de Nicolás Maduro. Por otra parte surge nuevamente el hijo prodigo de Samos, la cautivadora isla en pleno Mar Egeo, retorna Pitágoras, ya que desde el precario comando de campaña del aspirante sustituto de la inhabilitada candidata, nos hacen llegar una suerte de capitulación, ya que nos entregan, en formal documento, el número de testigos de mesa alcanzados hasta la pasada semana en Carabobo. Tan solo un 12.7 % de la meta electoral y sacudidos por la irreversible realidad llegan a confesar “Nadie quiere participar en la custodia de los votos, estamos devastados”, mientras uno de los pícaros dirigentes de la tolda azul llega a afirmar de manera desparpajada “Nos queda pasar el cestillo para que ofrenden económicamente los ingenuos empresarios”. Desde la siempre eficiente pero vetusta gramola resuena la melodía “Tengo una muñeca vestida de azul” y que culmina recordando al infalible Pitágoras “Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho, y ocho dieciséis, y ocho veinticuatro, y ocho treinta y dos. Estas son las cuentas que he sacado yo”.



La monumental campaña. Corría aquel icónico año 2017, donde se realizarían, en todo el territorio patrio, los eventos eleccionarios a nivel regional. Se elegirían a los diferentes gobernadores y legisladores, alcaldes y concejales. La oposición en Carabobo llegaba a asegurar que el triunfo sería categórico y que la militancia de las diferentes expresiones del proceso revolucionario y más precisamente del PSUV estaban condenadas a una ineludible extinción. Desde elevadas oficinas llegaban a repartirse cargos y secretarías, despachos y responsabilidades. Sin el más mínimo recato proferían, de manera diaria, toda suerte de improperios e insultos, surgía la amenaza de la persecución y el hostigamiento a todo aquel que se hubiese atrevido a enarbolar la bandera con la encendida tonalidad roja. Lo que nunca advirtieron es que aquella insolente y humillante vocación logró avivar la fuerza indómita de un poder popular que estimulado por la aparición del enérgico abanderado de la revolución como Rafael Lacava, empezaron una impecable campaña electoral que desbordó cada espacio, cada rincón de los catorce municipios de esta venerada entidad federal. Era fervor y compromiso que se traducía en multitudinarias concentraciones que enviaban un claro mensaje de lo que se avecinaba. Los resultados de aquellos comicios lo sabemos, así como también la idéntica réplica en el año 2021. El poder popular y Rafael Lacava proporcionaron una inédita, una contundente respuesta a las irracionalidades pretensiones de la insolente oposición. Por ello es inevitable realizar cristalina analogía y significar el relieve que ha asumido la campaña electoral del presidente Nicolás Maduro, transitando el sendero hacia la segura reelección, acompañado de un pueblo que se ha convertido en el seguro aval para la continuidad del paso. Nicolás sale al encuentro del ciudadano, cada colorida concentración lleva la verdadera definición del sagrado deber, del cerrado pacto con el devenir de esta patria. Maduro ha concebido una moderna modalidad para la campaña electoral, siempre acompañado de todo un inigualable andamiaje de organización revolucionaria, por ello cada día se multiplican las voluntades y adhesiones. Se hacen insuficientes los espacios para escuchar la voz y mensaje de la principal referencia del proceso revolucionario y garante de la preservación del inolvidable legado. Y todo empezó en las costas del litoral carabobeño, en el simbólico balneario de Waikiki, cuando en una inesperada aparición del presidente Nicolás Maduro se producía la más impresionante aglomeración de fervor, colores y entrega que se tenga memoria en la importante urbe portuaria. En Puerto Cabello, esa misma ciudad que está de moda, se inició el tránsito para la definitiva consolidación de Venezuela, se refrendó el futuro de todo un país, de todo un pueblo. Estamos a tan solo 18 días del contundente revolcón. Y esa es la verdad.



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VÍA NT
FUENTE César Burguera