Todos tenemos el deber sagrado de salir a votar
Opinión.- Partida como en el 5 y 6, aquel que tanto vimos cuando éramos niños de una Venezuela que nos dio oportunidad de crecer, estudiar y trabajar dignamente.
Llegó el día esperado por todos, las “Elecciones Presidenciales”. Todos tenemos el deber sagrado de salir a votar.
Venezuela un país con una inmensa riqueza: su recurso humano, tiene que salir adelante, y recuperar su sitial no solamente en América, sino en el Mundo. Y eso debe comenzar este 28 de julio, luego de que se anuncien los resultados presidenciales.
Gane quien gane, aspiramos que sea el nuestro, se tiene que abrir una nueva Venezuela. Verdaderamente inclusiva, de justicia social, demócrata, sin más presos políticos, libre de injerencia extranjera, de libertad de expresión, próspera y desarrollada.
El nuevo gobierno, no puede hacer lo que se ha hecho en estos 25 años, se debe construir la paz a partir de la tolerancia y respeto político entre adversarios, no entre enemigos. Podemos transitar el camino a la repotenciación del país, en un clima de tranquilidad y sosiego. Nada de caserías de brujas, ni de odios, rencores o pases de facturas.
Decía Mandela “la paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podemos prosperar”. Ojalá los vencedores de esta contienda entiendan este mensaje, ya que sin ella no hay desarrollo. Deben cesar de inmediato las sanciones económicas que asfixian al país, y lo único para lo que sirven es para darle excusas al gobierno de su ineficiencia e ineficacia en la resolución de los graves problemas del país.
“No soy un optimista, sino alguien que cree mucho en la esperanza”; también nos decía Mandela: “Un ganador es un soñador”. No podemos rendirnos nunca.
Sueño en una gran Venezuela, un país libre y soberano. Donde podamos combatir a la pobreza, flagelo de toda república- con la educación, no con la dádiva.
Creo que muchas empresas, tierras, haciendas expropiadas, abandonadas a su suerte, deben regresar a sus manos originales para ponerlas a producir, se debe incentivar las exportaciones no petroleras con incentivos fiscales y aduaneros, reactivación de todas las zonas industriales del país.
En fin, como decía nuestro ex presidente Carlos Andrés Pérez “poner al país en marcha”.
Soy optimista, creo en mi país, en la honestidad, el trabajo, el esfuerzo y el compromiso. Vamos pa´rriba, regresará la felicidad y el bienestar para todos.
Tendremos seguridad social y personal. Esa es la Venezuela que queremos. Dios ha de librarnos del yugo deslastrado del odio y resentimiento, para bendecirnos con su amor infinito y misericordioso.
Como médico, político y padre de familia, apuesto al regreso de millares de conciudadanos, que se han ido del país; apuesto al regreso de los míos, de los tuyos, los de ellos, a todos. Venezuela a pesar de todo lo vivido, es un país grande, capaz de salir adelante en poco tiempo, con un gobierno que genere confianza.
Vamos pues a salir a votar por la paz, por la fe y esperanza de un país mejor.
El 28 julio es un gran día para la reflexión y el amor por nuestra Venezuela. Votemos masivamente y en paz.
Reconozcámonos mutuamente, porque allí reside la tolerancia y el respeto, desde donde forjaremos las bases de una nueva República.
Miremos nuestro pasado glorioso y de grandes victorias, para construir esa patria que soñamos los venezolanos. Pongamos la mira en ese sueño hermoso de nuestros héroes de la independencia que dejaron sus vidas cultivadas para la inmortalidad; hagamos nuevamente grande a Venezuela en el nombre sagrado de Dios. Éxitos a todos, que gane el mejor.
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