Opinión
Cita con la historia: el proceso de urbanización de Valencia
A mediados de los años 50, unos inteligentes y emprendedores miembros de la municipalidad de Valencia deciden crear la primera zona industrial de la ciudad para la que destinan miles de metros cuadrados
23 de agosto de 2024
Opinión.- La inmensa mayoría de los que hoy vivimos en Valencia, ocupamos terrenos que hace ochenta años eran potreros, pastizales y hasta montañas y lagunas. De manera vertiginosa Valencia se fue expandiendo hacia los cuatro puntos cardinales, a veces con orden y otras veces de manera anárquica.

A mediados de los años 50, unos inteligentes y emprendedores miembros de la municipalidad de Valencia deciden crear la primera zona industrial de la ciudad para la que destinan miles de metros cuadrados. Al poco tiempo la Ford Company compra una inmensa parcela dando una muestra de confianza en la ciudad, ejemplo que estimula o otras empresas que también quieren venir a invertir a Valencia creando miles y miles de empleos. Como un efecto dominó, la necesidad de estos nuevos puestos de trabajo genera una importante inmigración, tanto nacional como extranjera, y toda esa cantidad de gente necesitaba vivienda. Es así que empieza la explosión urbanística de Valencia.

Vienen miles de personas a buscar trabajo en las nuevas industrias que se están estableciendo. Pero hay que construir vivienda para esos miles y miles de obreros, empleados y ejecutivos que vienen a hacer su vida en la ciudad. Así surge una explosión urbanística.

En los 50 el gobierno nacional a través del Banco Obrero construye viviendas de primera categoría para la clase trabajadora, tales como las urbanizaciones Miranda y Los Sauces, al norte. Sigue el gran proyecto urbanístico de San Blas, donde el Banco Obrero ensaya por primera vez nuevos conceptos de construcción. Luego del Banco Obrero que adquiere la hacienda “La Isabelica” donde levanta una urbanización popular gigantesca con ese mismo nombre, muy cerca de las zonas industriales.

Para las clases ejecutivas y los empleados se presentan las urbanizaciones de la zona norte de la ciudad. Una de las primeras en aparecer es Lomas Del Este, un proyecto de 1957 del ingeniero Emiliano Azcúnes en sociedad con los Pérez Castrillo y otros, emplazada en la antigua hacienda “La Rosarito”.

Más al norte en la antigua hacienda “El Trigal”, se creó la inmensa urbanización del mismo nombre, que en realidad es varias urbanizaciones juntas (Parque Trigal, Trigal Sur, Trigal Norte, Trigaleña, Chimeneas, Piedra Pintada, Mañongo). Fue en terrenos de la familia Mayoudon; un grupo compuesto por Domingo Paoli Chalbaud, Armando Scanonne, Luis Ugarte Sereno. Hacia el lado noroeste del norte de Valencia donde se ubicaron a principios de siglo tenerías y sembradíos de las haciendas Los Nísperos, Los Colorados, Prebo, Sabana Larga, etc, terrenos propiedad de los Stelling, de los López Capriles y de los Osío se fueron construyendo las modernas urbanizaciones Terrazas de los Nísperos, Prebo, Sabana Larga y El Bosque, desarrolladas por Alfredo López Capriles. Eran finales de los 60 y principios de los 70. Posteriormente en el Valle de San Diego, que entonces pertenecía a Valencia también el Dr. López inició una serie de proyectos habitacionales para la clase media: El Morro I y El Morro II. Al poco el ing. Rubén Halfen construyó La Esmeralda.

Paralelamente a que tanto el gobierno nacional como la industria privada urbanizaban ordenadamente, surgieron las invasiones. Las primeras suceden a finales de los años 40 en la serranía de la Guacamaya, terrenos de la sucesión Izaguirre Chacín, eran terrenos montañosos, no aprovechables ni para vivienda ni ganadería o agricultura. Hasta 1958, cuando es derrocado el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, hubo estricto respeto de la propiedad predial y no hubo mayores invasiones de terrenos públicos o privados en Valencia, pero a raíz de este golpe de estado surgen infinidad de invasiones en terrenos privados y públicos, especialmente en la zona suroeste de la ciudad, terrenos de la antes mencionados sucesión Izaguirre Chacín y la sucesión Bigott. Terrenos en Tocuyito, entonces en jurisdicción de Valencia y pertenecientes a la sucesión Linares Carvajal y otros particulares, muchos de ellos que entonces estaban en plena producción agrícola, pecuaria o minera. Estas invasiones eran promovidas por dirigentes políticos vinculados a los gobiernos de turno con fines proselitistas, desencadenando una anarquía urbanística.

Luis Heraclio Medina Canelón
@luishmedinac
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde