Cita con la historia: San Desiderio: Un mártir romano del siglo IV en Valencia
En los años setenta, por algunos años siguientes, se celebró en el Santuario la fiesta de San Desiderio (19 de Septiembre) , en tiempos del padre Miguel Antonio Paredes, incluso hasta una procesión con las reliquias se hizo por algunos años
Opinión.- Hay historias ocultas o casi desconocidas de nuestra ciudad, esas son las que nos gusta divulgar. Una de ellas es la existencia en la Iglesia de María Auxiliadora, conocida también como el Santuario de María Auxiliadora o Iglesia del Colegio Don Bosco, en la Calle Anzoátegui, en el centro de la ciudad de Valencia, a pocas cuadras de la Plaza Bolívar, de las que quizás sean las únicas reliquias romanas de la antigüedad de un Santo de la Iglesia Católica en Venezuela: Los restos de San Desiderio, martirizado en el año 305 de nuestra era, es decir, hace mil setecientos trece años.
Pero ¿Quién fue Desiderio? Nuestro personaje vivió en los primeros siglos del cristianismo, entre el siglo III y el IV. Posiblemente nació en Génova (actual Italia). Lo cierto es que para principios del siglo IV tenía el cargo de “lector”, San Genaro, obispo de Nápoles (hoy venerado como el famoso San Genaro, de quien se dice se licúa la sangre una o varias veces al año y es uno de los santos más venerados del mundo). El “Lector” es el religioso que lee las Sagradas Escrituras cuando oficia el Obispo, por eso en la iconografía se le muestra con la Biblia en las manos. Durante los tiempos del emperador romano Diocleciano, aquellos primeros cristianos fueron cruelmente perseguidos por los romanos. Según cuenta la historia, un día del año 305 d.c. Desiderio, junto con su obispo Genaro y otros de sus ayudantes fueron encarcelados por los soldados. Fueron torturados para que renegaran de su fe cristiana, pero en todo momento permanecieron fieles a sus creencias. Finalmente echados a las fieras para que los devoraran, pero los animales nada les hicieron, finalmente, todo el grupo fue decapitado…
Ahora, ¿cómo vienen a parar unas reliquias de un Santo romano de la época de los primeros cristianos a Valencia? Sucede que en el año de 1947 el director del Seminario Salesiano de Altamira, en Caracas, el padre salesiano Ricardo Alterio realiza una visita a la devastada y empobrecida Europa que acaba de salir de la hecatombe de la segunda guerra mundial. Visitando templos en ruinas y catacumbas logra comprar las reliquias de Desiderio, para su seminario y las envía por barco a Altamira. Pero pasan los años y Alterio no vuelve al país como director del seminario, mientras que las reliquias son relegadas y almacenadas en un rincón cualquiera. En 1969 para el momento de la consagración de la Iglesia María Auxiliadora, el padre Alterio rescata las reliquias arrumadas en Altamira y se las trae para Valencia y las hace instalar en la primera capilla de la nueva iglesia, que es la que se encuentra al entrar, a mano derecha, en una urna de cristal, donde pueden ser admiradas por todos los visitantes y creyentes.
En los años setenta, por algunos años siguientes, se celebró en el Santuario la fiesta de San Desiderio (19 de Septiembre) , en tiempos del padre Miguel Antonio Paredes, incluso hasta una procesión con las reliquias se hizo por algunos años.
No podemos terminar estas líneas sin dejar de referirnos a quien trajo estas reliquias sagradas a Venezuela: el padre Ricardo Alterio. Casi todos los abogados graduados en la Universidad de Carabobo y muchos de otras universidades estudiamos por su “Sociología Jurídica” y de allí lo recordamos. Pero Alterio era un verdadero sabio: no sólo era sacerdote, también se graduó como educador en el Instituto Pedagógico de Caracas (profesor de física y matemáticas), luego de ingeniero civil y finalmente de abogado de la república. También fue músico y compositor, llegando a ser director de la “Escuela de Música Sebastián Echeverría Lozano” y capellán de la Universidad de Carabobo. Fue profesor en la Facultad de Derecho de la UC y como ingeniero fue quien diseñó y levantó los planos del Santuario de María Auxiliadora en Valencia. Un hombre verdaderamente polifacético que incursionó en casi todas las ramas de la sabiduría.
Por Luis Heraclio Medina Canelón
@luishmedinac