Luis Vargas Pizzolante: El indiscutible líder de Carabobo
Su lealtad hacia el presidente Nicolás Maduro ha sido exhibida en todas las luchas, en cada una de las batallas
Opinión.- Al revisar lo que ha representado la trayectoria personal, profesional y política del gobernador
Rafael Lacava promueve a colocarnos ante el relato de una verdadera historia inspiradora, es tener la inimaginable oportunidad de haber sido uno de los privilegiados testigos de cómo se forjó el más importante liderazgo que haya tenido nuestra histórica entidad federal. Nacido en ese
Puerto Cabello que lleva hasta en los tuétanos, sagaz e inteligente, siempre exhibió, desde muy joven, esas peculiares y óptimas habilidades de comunicación para poder entender el válido reclamo o exigencia de un pueblo. Su incondicional postura de amigo militante, de los que te acompañan en cualquier circunstancia, lo convirtió en un líder natural, arraigado al fervor popular.
Lacava es uno de esos referentes que dejan una profunda huella y te imponen la asignatura u obligación invisible de tener que llenarla para garantizar la continuidad del paso. El gobernador proviene de una familia de inmigrantes italianos bien estructurada. Su madre, una mujer reconocida por su gran bondad, pasión y entrega, su padre, un reconocido empresario, siempre apostando al futuro de un país, llegaron a forjar la personalidad y compromiso de nuestro mandatario regional. Sin embargo el sendero no sería fácil. Su alma y espíritu estaban colmados de inquietudes y solo faltaba darle rienda suelta a ese inagotable torrente de visión y óptica, de planes y proyectos.
Rafael Lacava desconocía que se avecinaba una dinámica sucesión de inevitables eventos que terminaría de cambiar su vida para siempre y lo convertiría en un excepcional servidor público. Su paso por la ciudad capital, por Caracas, donde se gradúa en la
Universidad Católica Andrés Bello le proporcionó la metodología y disciplina, esas que solo son otorgadas por la academia. Desde su universo temprano, participó protagónica y activamente en la dirección de las empresas familiares, inculcándole el necesario roce corporativo.
Lacava era un gerente probado en el mundo privado, pero arribaba esa
Venezuela reclamando su propia reivindicación, era un hecho histórico irreversible y ante esa precisa coyuntura se deslinda de cualquier noción o concepto empresarial y arriba lo que había aguardado por años, involucrarse en su verdadero credo que es su vocación pública la cual forma parte integral de su patrimonio espiritual, es sencillamente su razón de ser para servir a todo un estado y a todo un país. El hecho reivindicatorio estaba resumido en la candidatura presidencial de
Hugo Chávez. Su apoyo fue incondicional a la figura de
Chávez, manifestada en esa indomable fuerza y compromiso que le imprime
Rafael Lacava a cada uno de sus hechos y actos.
Lacava asumía, con absoluta propiedad, que era la gran oportunidad del país, el exacto momento para que la patria recuperara su dignidad, presencia y soberanía que se encontraban extraviadas en el abandono, caos y desolación.
El gobernador
Rafael Lacava ha sido parlamentario ante nuestra
Asamblea Nacional, Embajador en Italia, Alcalde de Puerto Cabello y Gobernador de Carabobo en dos ocasiones, comisionado presidencial para trascendentales misiones internacionales en reiteradas oportunidades. En la actualidad, es el gobernador que goza con el mayor reconocimiento en la historia de
Carabobo. Su lealtad hacia el presidente
Nicolás Maduro ha sido exhibida en todas las luchas, en cada una de las batallas, como aquella que recientemente libró los
días 28, 29 y 30 de julio del presente año, donde defendió a su territorio, a su Carabobo con su propia vida ante la intentona irracional de los terroristas, que pretendieron, con su terco libreto, arrebatar lo que se ha logrado en los últimos 7 años en este histórico estado. La simbiosis con el presidente
Nicolás Maduro ha marcado un antes y un después para el gobernador
Lacava. Se han convertido en verdaderos aliados en el complejo sendero, llevando similares sueños y convicciones.
Nicolás siempre ha observado en
Rafael un extraordinario talento que era necesario para hacerle frente a los diferentes factores que atentan diariamente contra nuestra patria. Es escuchar la permanente proclama del presidente:
“Hay que derribar las barreras, como si no existiesen”, que no representa una mera consigna, sino que se ha convertido en su filosofía de vida, y que el gobernador la ha asumido como ineludible o estricta instrucción. El resultado de esta relación tan cercana con el presidente ha sido decisivo para que el carabobeño haya sido testigo de una óptima gestión de gobierno. El gobernador
Rafael Lacava exhibe un ejercicio gubernamental colmado de aciertos, producto de su cristalina óptica de cómo debe dirigirse un estado. Diariamente exige al límite a sus calificados colaboradores con la fija idea de que cada obra, plan o proyecto asuma la condición de convertirse en inolvidables. Es un gobernador de permanente apertura, al igual que el presidente
Nicolás Maduro. Logra acuerdos comerciales con entidades o factores si esos convenios procuran el bienestar colectivo del pueblo de Carabobo, sobre todo para las clases más vulnerables, para las clases más desposeídas, porque lo que motiva al gobernador es el clamor popular, siente la necesidad de proporcionar esperanza y oportunidad a los que menos tienen, esa es su gran apuesta, en eso trabaja todos los días de su vida. El irrestricto apoyo del presidente
Maduro y las dotes de nuestro gobernador como indiscutible referencia ciudadana, como dirigente innovador, han convertido a
Rafael Lacava en el indiscutible líder de
Carabobo.
Luis Vargas Pizzolante
Profesor universitario
Analista político