A propósito del inicio de las clases en todo el país, la Subcomisión de Educación de la Asamblea Nacional presentó, ante la Comisión Permanente de Educación, Salud, Ciencia, Tecnología e Innovación, un Anteproyecto de Acuerdo Parlamentario para el Subsistema de Educación Básica y Universitaria.
En dichos anteproyectos, se reconoce a la educación como un derecho fundamental, piedra angular del desarrollo socio económico del país. De lo cual no hay duda ni discusión. Es la educación el motor fundamental del desarrollo del único recurso que hoy en el mundo tiene mayor importancia para cualquier país, como lo es el recurso humano. Desarrollar nuestro recurso humano, debería ser la principal preocupación del gobierno nacional.
Así lo expresé en la reunión de la Comisión Consultiva de la Asamblea Nacional y en esta reunión de la Comisión Permanente. Allí expresamos la preocupación por la necesaria discusión de la reforma de la Ley de Educación y de la Educación Universitaria.
También afirmamos que no es posible una educación de calidad en el país, si no hay maestros y docentes bien pagados y formados. Y la formación es de manera integral -para usar una palabra que les gusta al oficialismo utilizar- y continua, permanente, de alto nivel académico.
Se acordaron, en ambos anteproyectos, cosas que ya deberían ser el común entre nuestros educadores en todo el país: “Que es deber del Estado venezolano velar por el bienestar integral de los docentes, quienes juegan un papel esencial en la formación de las futuras generaciones, y que el fortalecimiento de las condiciones laborales y de vida de los docentes garantiza una educación de mayor calidad para los estudiantes”. ¿ Qué opinan ustedes? Y de manera siguiente aprobamos: “Saludar el inicio de clases para el día lunes 30 de septiembre, como parte del compromiso con el calendario escolar, garantizando el retorno a las aulas en condiciones adecuadas para estudiantes y docentes. Celebrar y respaldar la iniciativa de atención social integral a los docentes, que incluye acciones en las siguientes ocho dimensiones claves para el bienestar del cuerpo docente del país:
Salud: Implementar un programa de atención médica integral que garantice acceso a servicios de salud de calidad para los docentes y sus familias.
Vivienda: Promover planes habitacionales que faciliten el acceso a viviendas dignas para los docentes, a través de subsidios y políticas de financiamiento preferencial.
Transporte: Garantizar el acceso al transporte público gratuito o subsidiado para los docentes, facilitando su traslado diario a los centros educativos.
Alimentación: Crear un programa de seguridad alimentaria para asegurar el acceso a alimentos de calidad a precios justos, para los docentes y sus familias.
Políticas crediticias: Establecer líneas de crédito especiales con tasas de interés preferenciales, para que los docentes puedan adquirir electrodomésticos y equipos tecnológicos, con el fin de mejorar su calidad de vida y apoyar su desempeño académico.
Formación: Otorgar becas y diseñar programas especiales de capacitación para el desarrollo profesional continuo de los docentes, promoviendo la actualización en nuevas metodologías pedagógicas y tecnologías educativas.
Uniformes: Proveer dotaciones anuales de uniformes y otros implementos necesarios para el desempeño de las funciones docentes, asegurando su calidad y disponibilidad oportuna.
Recreación: Implementar programas recreativos y culturales destinados al esparcimiento de los docentes, reconociendo la importancia del descanso y el disfrute en el fortalecimiento de su bienestar físico y “emocional”.
No he incluido parte del acuerdo en materia de educación universitaria porque no hay espacio en este artículo. Lo haré en una próxima publicación.
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