Son muy comunes las inclinaciones que tenemos, aun quienes conocemos la fe, en trastabillar, pedimos auxilio a simples mortales
Opinión.- Válidas son las esperas que pueda tener el hombre y mujer en lograr que de alguna parte les vengan las ayudas. Por supuesto que son naturales pensar que de algún sitio, de la misma familia, de un vecino o de un jefe venga el socorro, la pronta ayuda. Pero, finalmente, la ayuda viene de arriba, de Dios.
Son muy comunes las inclinaciones que tenemos, aun quienes conocemos la fe, en trastabillar, pedimos auxilio a simples mortales. Es el común denominador que se usa como comodín directo para invocar la misma fuerza humana que es falible, la del hombre.
Hay quienes cifran sus esperanzas en lo que nunca proveerá vida, en las vías equivocadas y en herramientas que no calzan para el ajuste del eje giratorio de nuestras vidas. La tendencia es a poner nuestra confianza en todo aquello que tiene grandes márgenes y posibilidades de fallar.
Así dice Jehová, hacedor tuyo y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas siervo mío. Jacob y tú, Jesurun, a quien yo escogí. Is. 44:2. Palabras claves que nos indican la línea directa a favor de las personas, el deseo siempre de Dios en querernos ayudar.
Él te ayudará: no estamos solos mi querida audiencia. Cuando Dios a través del profeta asegura que nos ayudará, eso significa que nos da una nueva partida de nacimiento con su ADN, nos da la identidad de hijos y de hijas, nos identifica y nos hace parte de su imperio sempiterno.
Él nos cuida y perfila nuestra estima como también nos legítima, poseemos legalidad en su presencia. No permitas que las circunstancias, las personas te califiquen y quieran darte legalidad a tu proyecto de vida, a tu llamado ganador.
Cuando Dios dice que te ayudará, te está diciendo que renovará tus fuerzas y te hará volar como las águilas. Tomarás nuevos impulsos para alcanzar la altura que quizás hasta ahora no hayas alcanzado. Te dará nuevos aires con los cuales acariciarás y disfrutarás de las grandes victorias.
Reedificarás las ruinas. Cuando recibes de parte del profeta la promesa de ayuda. Eso quiere decir que todas las áreas, cualquiera sean, serán tonificadas, lubricadas, restauradas, recibiendo mejor brillo del que tenías en lunas pasadas. Dios levanta bandera en aquellas áreas donde hayas flaqueado, donde hayas tenido algunas bajas. Serás levantado y levantada.
Dios quiere mostrarnos sus secretos, todo es una manera de ayudarnos y darnos sus mejores códigos para descifrar su misterio de Reino.
Cuando dice que nos ayudará, me está diciendo que lo escondido de su tabernáculo, de su cielo, de su trono, te lo mostrará, dándote las más ruidosas herramientas para ganar las batallas, para quitarles los espacios cedidos al contrario, al enemigo. Dios hará que se te devuelvan quintuplicadas las bendiciones, con mejores fórmulas.
Cuando el profeta indicador nos dice que Dios nos ayudará, eso es que te hará justicia. Porque Él es la justicia y en Él está la justicia. Todo menosprecio, toda zancadilla que se te haya puesto, toda infamia y persecuciones, Dios las enfrentará, porque Él es la justicia que nunca se corrompe y su brazo es tan largo que alcanzará la más densa distancia, es Dios quien lo afirma.
¡Sí se puede amigo lector (a), es por aquí la plaza pública comunicacional!