Fue en esa fecha que nos iniciamos en el Siglo XX, a pesar de que ya habían transcurrido 45 años
Opinión.- Hoy se conmemora el 18 de octubre de 1945, fecha histórica en la que se sentaron las bases de la democracia representativa, de profundas reformas sociales y políticas que sacaron a Venezuela definitivamente del Siglo XIX. Fue en esa fecha que nos iniciamos en el Siglo XX, a pesar de que ya habían transcurrido 45 años.
La Revolución de Octubre, de 1945 en Venezuela, fue un evento crucial en la historia política del país y en la vida de sus ciudadanos. Se derrocó al presidente Isaías Medina Angarita y marcó el inicio de un período de transformación política y social en Venezuela, que finalizaría producto de las conspiraciones de sectores económicos, políticos y militares en 1998, o quizás antes, cuando se produce la salida del poder de Carlos Andrés Pérez, en 1993. Y se iniciarían estos 25 años de destrucción de la calidad de vida de los venezolanos.
Habían, para la fecha, tres contextos fundamentales. El primero era el descontento Popular. Durante el gobierno de Medina había un creciente descontento debido a la corrupción, la represión política y la falta de reformas sociales. Aunque había intentado implementar algunas medidas progresistas, el descontento se intensificó entre sectores de la sociedad, especialmente entre los trabajadores y estudiantes.
El segundo fue, sin duda, la represión y autoritarismo. Medina había instaurado un régimen considerado autoritario, limitando la libertad de expresión y reprimiendo a la oposición política. Esto generó un ambiente de tensión que motivó a grupos políticos y sociales a actuar. Y finalmente, el otro contexto de importancia tenía que ver con la influencia de la Guerra Mundial. Esta había impactado la economía venezolana, aumentando la importancia del petróleo y generando expectativas de desarrollo y modernización.
Ese día, el 18 de octubre de 1945, se produce un golpe cívico militar. Fue llevado a cabo por un grupo de oficiales militares, en gran parte alineados con el partido Acción Democrática (AD), que había crecido en influencia en todo el país desde su nacimiento, el 13 de septiembre de 1941. También participaron otros sectores de la oposición, incluidos comunistas y socialistas.
Nosotros, los adecos, nos referimos a ese hecho y a los siguientes 3 años como la única revolución democrática que se ha dado en el país. Porque fue un movimiento que no creó megalómanos, ni idolatrías por ninguno de los personajes que allí actuaron con desprendimiento y profundas convicciones de modernizar al país y sacarlo de su atraso.
Se creó, así, un gobierno provisional, liderado por Rómulo Betancourt, uno de los principales líderes de Acción Democrática. Este gobierno buscó implementar reformas sociales, políticas y económicas, llevando adelante reformas en educación, salud, trabajo y derechos civiles, así como una mayor apertura política. Basta revisar la historia de ese trienio para entender lo que pasó en Venezuela. Claro, ello trajo consigo el resentimiento de las viudas del gomecismo, que ha persistido contra AD hasta la fecha actual. Aunque la revolución fue un paso significativo hacia la democratización, también marcó el inicio de un período de inestabilidad política que culminaría en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y diez oprobiosos 10 años de represión y persecución política.
La Revolución de Octubre, de 1945, es vista como un hito importante en la historia contemporánea de Venezuela ya que sentó las bases para el desarrollo de un sistema democrático que, a pesar de sus altibajos, perduró por los únicos 40 años de gobiernos civiles y democráticos que vivió Venezuela. Y, digan lo que digan, fue en esos 40 años que el país creció y se desarrolló.
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