Ahí el Ágora: Usemos la brújula de Dios
Han sido muchas las veces que Dios nos habla de mil maneras, hasta por un cuadro, un dibujo, una piedra, para que nos apercibamos de la hora difícil y muchas veces repentina
Opinión.- Dios es bueno, lo único que quiere y, con esa acción le alegraríamos su corazón, es la obediencia. Con prestar atención a lo que se nos dice desde el cielo, desde la palabra plasmada y santa y por medio de un hombre o mujer de fe, es bastante ventaja para la humanidad, para todas las familias, porque por medio de la obediencia se alcanza la eternidad.
Han sido muchas las veces que Dios nos habla de mil maneras, hasta por un cuadro, un dibujo, una piedra, para que nos apercibamos de la hora difícil y muchas veces repentina. No hay que esperar hasta desesperar, ¿por qué dejar las gratis maneras de evitar una situación desagradable por no obedecer a las leyes espirituales, al diseño celestial y, por consiguiente, a las leyes terrenales? Los tiempos avisan.
Las situaciones que van y vienen evidencian los ciclos de cumplimiento. Cuando se obedece y se le presta atención a la brújula de Dios que nos indica por dónde debemos meternos y cómo debemos actuar, entonces los planes o proyectos se cumplen; sin embargo, cuando actuamos a espalda y ajenos a la participación divina, es ahí donde vienen los entuertos y los fracasos.
Las sociedades todas, sin excepción, deben ser más cercanas a Dios, usar la inteligencia normal, natural que se posee y colocarlas a la disposición del Eterno, porque del Él depende la aprobación de algo o no. La voluntad del Altísimo siempre superará a la nuestra. Muchas veces creemos que nuestros planes personales deben ser independientes de lo que Dios ya ha determinado hacer. ¡Cuán equivocados estamos!
En 1 de Samuel 15:22 se deja claro que Dios se complace más en la obediencia a su palabra y que prestemos atención a su trono de gracia para saber lo que quiere indicarnos. A Él no lo mueven los muchos sacrificios que puedas hacer para agradarle; es decir, podemos volvernos lo más dadivosos, podemos ser los primeros en obras caritativas o sociales, pero si soy un desobediente a su dirección, a su brújula santa, entonces mis acciones carecerán de la sal exacta y necesaria, porque sencillamente introduje mi condimento personal.
La obediencia aplica en todas las áreas. Los dirigentes o líderes políticos, si prestaran verdaderamente atención a la demarcación original y celestial, no existiera tanta incertidumbre en el país. Si hicieran caso a la dirección del cielo, nuestra nación no sucumbe en la economía; no es posible que dentro del marco administrativo, financiero no haya quien o quienes estabilicen las groseras fluctuaciones de la moneda.
Bastante injusto es que políticos, líderes empresariales, aún no determinen lograr acuerdos y fórmulas comunes y eficaces para darle un ‘tatequieto’ al inestable dólar. Pareciera que los muy conocedores de la materia no conocieran a Dios, porque si lo conocieran, le consultaran, hablaran con Él en oración, buscarían la planificación de consejeros temerosos de Dios, fueran obedientes.
¡Sí se puede amigo lector (a), es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí: en oración y acción lograremos que Venezuela sea mejor que antes, fluya su economía. Seguimos pidiendo en oración para que las autoridades municipales de Puerto Cabello le metan la lupa a las calles. Sigue el peligro en el puente que enlaza a Las Corinas, San Esteban, Los Jabillos; es una zozobra latente, está el canal debajo.
monteverdelister@gmail.com